Gracias Legión D. Juan Andrade Teniente Enfermero RV Estimados amigos Intencionadamente he dejado pasar un tiempo prudencial para escribir esta pequeña nota de agradecimiento. No quise hacerlo inmediatamente después del final de mi activación para no sentirme influido tanto por las innumerables y magníficas experiencias vividas en ésta mi última activación en el Tercio, como por el innegable y ya perpetuo sentimiento sarga que me ha de acompañar por el resto de mis días. Y no es que este corto espacio de tiempo lo haya atemperado lo más mínimo, pero si me hacen expresar quizás más racionalmente todo ese cúmulo de inolvidables experiencias a la que solo unos afortunados hemos tenido el honor de acceder. Han sido varios años en los que he tenido el honor de compartir con vosotros todo tipo de vivencias, pruebas, maniobras, tiros, extracciones, reconocimientos, ratos en el mesón y siempre... y desde el primer momento, desde la primera vez que, avergonzado por lo inmerecido que lo creí, me planté el chapiri por orden del general Varela, me he encontrado como uno más, como si llevase allí toda vida y porque todos aquellos que me rodeaban, con los que me cruzaba, a los que atendía o a los que obedecía, me dispensaron el trato siempre deseado… como uno más. Me sería imposible, porque tendría que nombrar a dos mil personas, acordarme de todos aquellos con los que he tenido el honor de compartir un, desgraciadamente, escaso tiempo de mi vida con el sarga legionario, pero evidentemente sería de ingrato no hacer un hueco para todos aquellos que han sido mis más directos compañeros en el Botiquín, y a los que, en gran parte, debo que mi estancia legionaria haya sido y será una de las experiencias más gratificantes de mi vida. Todos, desde nuestro general hasta el último caballero legionario me habéis enseñado algo que creí, por denostado, ya olvidado, como es el honor, la dignidad y el orgullo de ser soldado de España. Todos sin excepción, unos como jefes y otros como subordinados, pero sobre todo, iguales y compañeros todos en la devoción a nuestro trabajo y en la pasión por nuestra Patria. Gracias a todos. Cartas << LA HISTORIA EN MI MEMORIA D. Manuel Fernández Martínez, coincidió con los legionarios del Tercio “Alejandro Farnesio” en la Marcha Verde en el año 1975. Grandes nombres y momentos se cruzan en mi memoria, la ocupación de Hamuda, Tafersit y Buhafora, la toma de Tizzi-Assa y el combate de Edchera, donde quedó claro el valor y tesón de La Legión. Allí se ganaron unos honores que perduran en el confín de la historia. Los legionarios demostraron porqué los llamaban “Novios de la Muerte” destacando entre otras unidades. Su fundador, el teniente coronel Millán Astray perdió parte de su cuerpo, quedando inmortalizado en el tiempo y en la historia de La Legión donde perviven sus recuerdos. El legionario lleva grabado, clavado en el pensamiento que defiende la tierra que pisa, si es preciso regándola con su propia sangre. Su cuerpo se endureció con el esfuerzo y las inclemencias del tiempo, hasta llegar a forjarse como el acero. Caballero Legionario, supérate en el día a día que para tí no hay Calvario si aplicas con gallardía tu Espíritu y tu Credo Legionario y tendrás por recompensa, la enorme satisfacción, que tu deber te encomienda: Paso al frente, pecho erguido que aunque tu novia te ronde, tu nunca serás vencido. 532· III-2015 61 La Legión
LA LEGION 532
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