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Desde esta redacción queremos agradecer la colaboración prestada por todo el personal de la Flotilla de Submarinos, quienes comparten con nosotros sus reflexiones, en las que nos transmiten lo que significa ser submarinista: unos deliberan sobre el espíritu del submarinista, otros nos demuestran que es una forma de vida distinta, y otros que es un arte el navegar en inmersión; recapacitan sobre su acertada trayectoria profesional y destacan por encima de todo la existencia BIP 27 de una «gran familia submarinista». Pero, si en algo insisten todos es en que la dotación de un submarino es un equipo, donde cada miembro depende del resto para su supervivencia, más allá de Escalas y Empleos. SER SUBMARINISTA: VOCACIÓN Y AFICIÓN «A donde se inclina el corazón, allí se inclina el pie» (anónimo) Dicen que la vocación por algo, hacia algo, es la llamada que una persona siente en su interior para dedicarse a una determinada forma de vida, y que la afición es la intensidad e ilusión que se pone aquello que hacemos. Este año hará 27 años que decidí ser submarinista, nunca me he arrepentido de ello, todo lo contrario, mantengo la misma afición e ilusión por nuestra Armada y el Arma Submarina. Creo en ellas. La vida a bordo de un submarino no es fácil, más bien es bastante dura e incómoda. Se deben sacrificar muchas cosas que son básicas, pero está compensado por otras muchas: el orgullo de servir en un arma muy especial, el compañerismo en su significado más alto, espíritu de sacrificio, el riesgo, el día a día a bordo y otras muchas vivencias y sentimientos difíciles de plasmar en unas pocas palabras. Todas estas emociones se sienten sólo si se tiene verdadera vocación y afición. Este año se celebra el primer centenario del Arma Submarina. Durante estos cien años, muchos submarinistas son lo que nos han precedido, y entre ellos, otros muchos dieron su vida por España. La tradición, arraigo, buenas formas, espíritu de servicio y sacrificio, conocimientos y un largo sinfín de otras cualidades es la vasta herencia que hemos recibido de ellos, herencia en donde es palpable la vocación y afición. Seamos merecedores de ella. Nos encontramos en espera de los nuevos submarinos S-80, espera que no está exenta de contratiempos, pero que valdrá la pena. Mientras tanto, con nuestros actuales submarinos veteranos, demos lo mejor de nosotros y preparémonos bien para la llegada de la nueva serie. Nuestra vocación y afición sigue firme, intacta. ¡AD VTRVMQUE PARATVS! CN. LORENZO GAMBOA PÉREZ-PARDO COMANDANTE DE LA FLOTILLA DE SUBMARINOS


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