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MEMORIAL CABALLERIA 76

Historia Empleo Táctico y Operaciones Orgánica y Materiales Noticias del Arma Varios 111 EL GUADARNÉS Amistades con un sinfín de aristócratas que compartían con Botín bien un día de campo en un rally paper con baile en El Pardo, unos comentarios en la tribuna del hipódromo o una deliciosa velada en las famosas cenas del hotel Ritz. ESCUELA DE EQUITACIÓN MILITAR En septiembre de 1916, siendo primer teniente, pasa destinado del regimiento de «Húsares de la Princesa» a la EEM; allí permanecerá tres años, hasta su ascenso a capitán en agosto de 1919. Desde su llegada a la escuela se incorporó de inmediato a la sección de carreras, que por entonces mandaba el comandante don Fernando Primo de Rivera. Tenía por aquella época la escuela un prestigio notable en el hipódromo. La llegada de Botín sólo hizo aumentarlo. El comandante Primo de Rivera montaba a Pirote, Babieca, 2º en el Gran Premio de Sevilla de 1916 y que era hijo de Spearmint (ganador del Derby de Epsom). Del tenien-te Botín eran: Épsilon, Dolomite, Sopapo… La amistad que surgió entre ambos profesores fue algo místico, más allá de la simple lealtad entre jefe y subordinado. Botín no pudo tener mejor maestro como militar, como jinete y como héroe; me atrevería a decir que los últimos seis meses de vida de Botín fueron una búsqueda espiritual provocada por un vacío interior y el recuerdo imborrable que siempre tuvo del héroe del Alcántara. Bien; pues continuando con el relato su vida, estos años transcurrieron de manera similar a como lo habían hecho en los húsares: hipódromo, concursos hípicos, relaciones sociales, etc. Y para redondear su currículo hípico, en octubre de 1916 y apadrinado por el conde de Tovar, Botín se presenta en la plaza de toros de Madrid luciéndose de manera magistral a lomos de una fabulosa jaca enjaezada a la antigua usanza. En esta ocasión le acompañó con otro brioso corcel el también capitán de caballería don Enrique de Benito. Como matadores actuaron Gallo, Gallito y Fortuna. La corrida, organizada por la Cruz Roja para financiar la construcción de un hospital, fue presidida por Sus Majestades don Alfonso y doña Victoria. Tuvieron la suerte de ser alumnos de Botín en el curso de equitación, entre otros, los tenien-tes José Navarro Morenés, Álvarez Bohórquez, Gardogui, Villegas, Turmo, García de la Vega, Jiménez-Alfaro… El reconocidísimo cronista de carreras de la época Rubryck relataba en su columna del ABC del 29 de octubre de 1917 —la transcribo como muestra de lo que era habitual—: «Puede figurar la reunión de ayer entre las más bonitas que se han celebrado en nuestro hipódromo. Ganó Épsilon, montado por Botín, la primera carrera; era cosa descontada, pues las montas de Botín son triunfos seguros». Los años 1917 y 1918 fue la época dorada de Botín en el hipódromo, destacando de entre sus monturas el ya nombrado Épsilon. Fue también preparador de potros del duque de Alburquerque (Fleurinette, potra de dos años ganadora en 1918). Con el ascenso se queda fuera de la EEM y decide dar un cambio a su vida. Así, en febrero de 1920, es admitido al curso de piloto de aeroplano en Getafe. Eran los primeros cursos que se realizaban en España y allí iba a coincidir con grandes ases de la aviación: Eduardo González Gallarza, Alejandro Gómez Spencer, Ramón Franco Bahamonde, Alfonso Gardogui… Personajes todos ellos que jugarían papeles decisivos en la historia de España. No obstante, esta nueva aven-tura de nuestro protagonista no duró mucho. Exactamente al mes de haber comenzado el mencio-nado curso es declarado de reemplazo por enfermo, situación en la que permaneció dos meses, hasta el 21 de mayo de 1920, fecha en que, aportando certificado médico de estar restablecido, se le concede al mismo tiempo el pase a la situación de supernumerario sin sueldo.


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