Historia 98 MEMORIAL ARTILLERíA, nº 171/1 - Junio de 2015 de ARTILLERÍA DE BRONCE FUNDIDO PRIMER TERCIO DEL SIGLO XVI A FINALES DEL SIGLO XVII GRUPOS NOMBRE DE LA PIEZA FORMA EXTERIOR CLASE LONGITUD EN CALIBRES PESOS MEDIOS PIEZA PROYECTIL (CALIBRE) PIEZAS MENUDAS Falconetes (Inocentes) Ochavados Bastardos 35 a 40 8 a 10 quintales 3 a 4 libras hierro y plomo Redondos Sencillos Ribadoquines Ochavados 35 a 40 1,5 a 3 quintales 1 a 2 libras hierro em-Redondos plomado Sacabuches o hacabuches Ochavados 4 1,5 arrobas a 1 quintal 1,5 onzas a 1 libra plomo Redondos Mosquetes De caballete Alrededor de 30 4 a 5 arrobas 4 a 8 onzas plomo De orejas DE TIRO CURVO Morteros Recámara esférica Recámara cilíndrica Recámara semiesférica De Antonio González Recámara elíptica Recámara mixta De Jácome Roca Morteretes 7 a 40 libras Trabucos Petardos 10 a 30 libras Esta profusa imagi-nación, no se reflejaba exclusivamente en sus de-nominaciones, fuesen ge-néricas o particulares. El empleo de la fundición su-puso un cambio radical en el aspecto externo de las piezas: las toscas bombar-das, carentes de adornos y con contornos irregula-res, se convirtieron en ele-gantes obras de arte, con abundantes ornamentos donde la preocupación por la estética, propia de cada época, primero del Renaci-miento, luego del Barroco y después del Neoclásico, se volcó muchas veces de forma exagerada, sobrecar-gando su superficie “…con apariencia de verdadera joya de lujo. Se diría que los pinceles de Leonardo hicie-ron los diseños, que luego Benvenuto talló, en exalta-da adoración del adorno, de la forma, del detalle, propia de las épocas del Renaci-miento…” 7. Sobre el metal se comenzaron a cincelar escudos, divisas, nombres y lemas, sentencias, nombres y leyendas, animales fabu-losos y reales, y símbolos de todo género; y las asas y cascabeles recibieron las más diversas formas. Algu-nas de estas piezas llega-ron a individualizarse de tal forma que adquirieron per-sonalidad propia y en ellas se reflejaría el triunfo de la Monarquía frente al feuda-lismo, llevando los nombres de los monarcas, sus es-cudos Reales, y sentencias alusivas que proclamaban su pertenencia al Rey. Como se ha mencionado, la diversidad de modelos y calibres existentes en los si-glos XVI y XVII, fue abruma-dora, como puede observarse en el cuadro adjunto. La ne- (7) MARTÍNEZ BANDE, José Manuel (1947). Historia de la Artillería. Escelicer, Ma-drid, p. 82. cesidad de regular toda esta Artillería impulsó, en 1521, el inicio de experiencias con la finalidad de fijar las di-mensiones más adecuadas para la fabricación de las bo-cas de fuego. En 1540, apa-recía en España la primera Ordenanza, imitada luego por todas las restantes na-ciones europeas, en la que se establecían como únicas pie-zas a fundir los cañones de a 40 libras, medios cañones de a 24, culebrinas largas y cortas de a 12 y medianas de a 6, sacres de a 6 y 1/2, y algunos tipos de morteros. Felipe II ordenaría promulgar otra Ordenanza en 1609, por iniciativa de Cristóbal Lechu-ga, Diego de Ufano y Francis-co Summarriva, encaminada a reformar el antiguo sistema de artillería, reduciendo los tipos de cañones a solo cua-tro calibres. Sin embargo, al parecer, tanto una como otra, no debieron ser respetadas, al menos en su totalidad.
MEMORIAL ARTILLERIA JUN 2015
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