Presente y futuro de los cañones antiaéreos ... Para algunos, es un tipo de arma obsoleto... a continuación– es un tipo de arma que está 49 de vuelo de los proyectiles no es po-sible modificar su trayectoria, por lo que antes del disparo se “calcu-la” dónde estará el blanco al cabo de ese tiempo de vuelo. Ese cálculo se hace suponiendo que, durante el tiempo de vuelo de los proyectiles, el blanco seguirá un movimiento re-gular, regido por un “ley” estimada sobre la base del comportamiento anterior del blanco. Antiguamente, el “principio fundamental del tiro antiaéreo” decía que se presuponía que durante este tiempo de vuelo, el blanco seguiría en trayectoria rectilínea y uniforme… Más mo-dernamente, con medios de cálculo más avanzados, es posible aplicar leyes de movimiento más comple-jas (parabólicas, curvilíneas…). En cualquier caso, a mayor tiempo de vuelo, mayor probabilidad de que el blanco cambie sus parámetros de vuelo, invalidando el cálculo reali-zado. Como norma general, estas predicciones no son válidas a partir de unos pocos segundos, por lo que el tiempo de vuelo no debe ser supe-rior a 3-4 s. Durante mucho tiempo, el prin-cipal problema del tiro antiaéreo era precisamente el cálculo de la ley de movimiento del blanco los senso-res y los sistemas de cálculo eran poco precisos y relativamente len-tos, tanto en obtener datos de po-sición o velocidad del blanco, como en transmitirlos a los calculadores, y éstos tardaban un tiempo relati-vamente grande en calcular datos de tiro. La tecnología ha permitido ir superando esos obstáculos, de forma que ahora es posible realizar todas estas operaciones en un breve espacio de tiempo, del orden de los pocos segundos. En cualquier caso, la eficacia de las predicciones obte-nidas es tanto mayor cuanto menor sea el tiempo de vuelo del proyec-til. Idealmente, este tiempo de vuelo podría ser nulo (caso de las armas de energía dirigida). Sin embargo, el tiempo de vuelo de los proyecti-les de la artillería cañón depende de una serie de parámetros físicos, entre los que destacan la velocidad inicial de los proyectiles y la distan-cia de tiro. Para reducir el tiempo de vuelo, es necesario que las piezas sean ca-paces de proporcionar a los proyec-tiles una elevada velocidad inicial. Para obtenerla, será preciso dispo-ner de grandes cargas de proyec-ción, de ánimas de gran longitud o de ambas. El empleo de grandes cargas de proyección implica pro-yectiles de grandes dimensiones y recámaras capaces de soportar altas presiones. Esto implica incremen-tos importantes en el coste de los proyectiles y las armas y aumentos de peso y volumen que se traducen en una movilidad reducida. En la práctica, tanto las piezas actuales como las que se encuentran en desarrollo tienen un alcance efi-caz en torno a los 3.000 a 4.000 m. ... el cañón antiaéreo –por las razones que se ex-ponen al límite de su desarrollo tecnológico... La forma tradicional de compen-sar los errores en el cálculo de la “ley de movimiento” o las pequeñas variaciones de trayectoria del blan-co se basa en disparar gran número de proyectiles, de forma que la dis-persión natural del tiro hace que el “punto” en el que estaba previsto el cruce del proyectil con el blanco se transforme en una pequeña “nube”, dentro de la que es posible más de
MEMORIAL ARTILLERIA JUN 2015
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