Historia 93 Quadernum Historiae XI Imagen superior. Estructura interior de las piezas. Ilus-tración de la obra “El perfecto artillero. Teórica y práctica”, de Julio César Firrufino, publicada en 1642. Imagen inferior. Cañón de bronce fundido (1504-1512). Procedente del Museo de l´Armée de Paris, este cañón fue fundido para los Reyes Católicos por el Maestro Bartolo-mé, uno de los más famosos fundido-res de la época. De 18 cm de calibre, y con un peso de 2275 kg. Disparaba balas de hierro, de mayor poder de penetración que las de piedra. El cañón representa la nueva artillería, que se empezó a fabricar tras la Guerra de Granada, y que sustituyó a las viejas y poco manejables bombardas. aleación era muy superior a la de la utilizada en la fabri-cación de campanas, llegan-do a ser, en los siglos XVIII y XIX, de un 70 y hasta un 80 por ciento del total. Se-gún Arantegui3, en España existieron piezas de metal de fuslera ya desde 1380, aun-que no estaban fundidas en una pieza única, sino que es-taban compuestas de caña y recámara, como las de hierro forjado. La aleación de cobre y estaño se efectuaba en hor-nos de reverbero, vertiendo primero el cobre y, una vez fundido, el estaño. Cuando había alcanzado la fluidez re-querida, se vertía en moldes con cruceta y se provocaba el enfriamiento repentino para evitar la separación de am-bos componentes. Fabricada la pieza y retirada de la fosa, se repasaba interior y exte-riormente, se abría el fogón y se cortaba la mazarota. Fi-nalmente, a lima, martillo y cincel se perfilaba su contor-no definitivo. Inicialmente, la relación y refino de los metales aleados y los rudimentarios procedi-mientos de fundición dieron como resultado unas bocas de fuego de baja calidad, con defectos o escarabajos en el espesor de metales, circuns-tancia que, unida a los pro-cedimientos experimentales de carga y fuego utilizados, provocaban roturas acciden-tales durante el tiro con el consiguiente peligro para los sirvientes. Debido a ello las piezas de fundición recibie- (3) ARANTEGUI Y SANZ, José de (1886). Apuntes históricos sobre la Artillería es-pañola en los siglos XIV y XV. Imprenta del Cuerpo de Artillería. Madrid, pp. 426 y ss. ron el nombre de sarnosas en numerosos documentos de la época. No obstante, el avance de la metalurgia sería extraordi-nario, como puede constatar-se a través de los Memoriales por los que se organizaban las fundiciones de Baza y Me-dina, a finales del siglo XV, en los que puede comprobar-se que el bronce utilizado en ellas estaba compuesto de cobre y estaño en unos por-centajes de 92,24 y 7,76 res-pectivamente, similares a los que se utilizan actualmente. Otro metal apto para la fundición fue el hierro cola-do, con una proporción alta de carbono, superior al 2 por ciento, que fue utilizado ya muy entrado el siglo XVI,
MEMORIAL ARTILLERIA JUN 2015
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