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REVISTA GENERAL DE MARINA OCTUBRE 2014

Combate del navío español Catalán con el británico Mary. Cuadro de Rafael Monleón que se conserva en el Museo Naval de Madrid. gena y más tarde a Filipinas, donde cayó enfermo a finales 1882 y regresó a España. En enero de 1883 fue nombrado profesor la Academia de Ampliación de Estudios, donde en 1885 ocupó la cátedra de Física: Comenzó a interesarse por la navegación submarina y desarrolló su proyecto de sumergible, que mantuvo en secreto hasta que en 1885 estalló la crisis de las Carolinas con Alemania, y lo comunicó a las autoridades de la Armada, que se interesaron por el proyecto y apoyaron a su construcción. Afortunadamente, la crisis con Alemania se solucionó por la vía pacífica, pero el proyecto del submarino siguió adelante. Su quilla se puso el 7 de octubre de 1887 en La Carraca, y fue botado el 8 de septiembre de 1888. Era de acero con forma de huso de sección circular. Medía 22 m de eslora y desplazaba 77 toneladas en superficie y 85 en inmersión. Tenía dos motores eléctricos de 30 CV, una batería de más de 600 acumuladores, dos hélices, en superficie alcanzaba ocho nudos, en inmersión tres y su autonomía era de 130 millas a seis nudos y 396 millas a tres nudos. Contaba con timones verticales y horizontales. Para la inmersión inundaba tanques de lastre, que sumergían el barco hasta la torreta, y para salir a superficie eran vaciados por una bomba eléctrica. La inmersión total y el mantenimiento de cota los conseguía con el «aparato de profundidades», que era una gran innovación de Peral; gobernaba dos hélices en ejes verticales, una en cada extremo del fondo del submarino, movidas por sendos motores de cuatro caballos accionados por las baterías, con un empuje al bajar de 50 kilos. Retrato de Isaac Peral. Dibujo a lápiz de Isidro Fernández que se conserva en el Museo Naval de Madrid. Tenía un tubo lanzatorpedos a proa, espacio para otros dos torpedos y contaba con varios sistemas adicionales. Fue un prototipo revolucionario y el primero de su época en contar de manera efectiva con torpedos y propulsión eléctrica. Entre 1889 y 1890, el submarino —que empezaba a ser conocido como Peral, aunque nunca recibió oficialmente este nombre— se vio sometido a gran cantidad de pruebas que fueron seguidas con gran interés, despertaron un enorme entusiasmo en las gentes y en los medios de comunicación, y Peral fue muy felicitado. Pero la Junta Técnica de la Armada pidió resultados superiores a lo esperado, y empezaron fuertes discusiones entre la Armada y Peral, y el 11 de noviembre de 1890 se suspendió el proyecto. Ante aquel fracaso solicitó la baja en la Armada y continuó con sus trabajos en otros campos. Hizo guiños a la política. Trabajó con una empresa alemana. Fundó un centro para fabricar acumuladores patentados por él y montó unas 22 instalaciones de alumbrado eléctrico en varios lugares de España. Peral padecía una enfermedad, al parecer originada LA MAR EN LA FILATELIA 558 Octubre


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