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REVISTA GENERAL DE MARINA OCTUBRE 2014

TEMAS GENERALES Casi un mes después del encuentro fortuito entre el HMS Conqueror y un C-130 de la Fuerza Aérea argentina, el 4 de junio le tocaría el turno al COAN. Durante un vuelo de exploración de uno de los aviones, un EMB111 de los adquiridos en Brasil se topó con los apéndices de un misterioso submarino a 50 millas de Río Gallegos; la brusca maniobra del piloto, casi rozando las olas, obligó al submarino a irse al fondo rápidamente. ¿Canadienses en Malvinas? Durante los últimos treinta años han sido numerosos los testigos que afirmaron que en Malvinas se dejaron ver submarinos, ya fuera por tropas en tierra o por experimentados pilotos del Ejército y de la Fuerza Aérea. Hoy los documentos desclasificados por parte británica nos dicen que en las fechas de esos avistamientos no había ninguno de ellos en las inmediaciones de las islas. Para entender la pregunta y ubicarla en el contexto hay que buscar respuestas a otras preguntas. Durante el inicio de la contienda, y en momentos previos a ella, los Estados miembros de la Commonwealth aportaron su grano de arena a la causa a favor del Reino Unido. Países como Nueva Zelanda, además de poner a disposición sus instalaciones de escucha y comunicaciones, hicieron lo propio con su Armada, ofreciendo sus buques para cubrir los huecos dejados en el Índico por los británicos en la Patrulla Armilla. Luego no es descabellado pensar que algún otro Estado ofreciese, o pudiese ofrecer, un submarino. En el lado opuesto a esos testigos, recientemente ha salido publicado un libro, Submariner Tales, de Dean S. Lewis, que si bien no es una versión oficial, no deja de ser curioso en su contenido. Treinta y dos años después, este exsubmarinista canadiense nos cuenta historias del Arma Submarina de su país, trasmitidas oralmente, y dedica un capítulo a las operaciones en Malvinas. Sus historias y las de los testigos no coinciden al cien por cien, pero guardan muchas coincidencias. El autor afirma que el Maritime Command (canadiense) aprobó que un submarino aproase hacia el Atlántico Sur el 5 de abril como apoyo a la flota submarina británica en previsión de cualquier problema, un submarino que se supone se encontraba ya en la mar y a poco más de medio camino. De la flota canadienses, en servicio entonces con tres submarinos clase Oberon, a través de una rápida búsqueda por Internet, sabemos que uno de ellos se encontraba fuera de servicio por obras, otro se le supone en puerto y el tercero, el NCSM Okanagan, navegando en el desarrollo de las maniobras de la OTAN SAFE PASS-82, en el periodo del 8 al 19 de marzo, maniobras que se ejecutaron en esas fechas en el golfo de México y estrecho de Florida. Según nos cuenta el autor en su libro, el submarino operó en Malvinas hasta el 4 de mayo, en que recibió orden de dirigirse a Ascensión para repos- 444 Octubre


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