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REVISTA IEEE 2

193 Olivier Urrutia El papel de los Think Tanks en la definición y aplicación de las políticas y estrategias de defensa ¿Qué es un think tank? Resulta complicado ofrecer una definición precisa del think tank, sin caer en un atajo, al ser un objeto movedizo, idiosincrático a su medio ambiente (cultural, político, económico e histórico) en el que encuentra un matiz propio, subjetivo en cierta medida por falta de criterios cualificantes consensuados a nivel académico. Los expertos mismos no se ponen de acuerdo en la definición, ya que sus formas difieren según los países. Los think tanks varían enormemente en tamaño, en función de los recursos de que disponen, en las áreas de investigación, en su estructura jurídica o en cuanto a su modelo de gestión. Durante los 90 se publicaron varios trabajos de definición del objeto, destacando los realizados por algunos pioneros norteamericanos como James Mc Gann, Ken Weaver y Donald Abelson. Estos autores identifican los siguientes criterios para definir un think tank: • Organización independiente. El grado de independencia se ve determinado por sus estatutos y sus fuentes de financiación (privada o pública/privada y mixta) o sin lazos directos con el poder estatal (políticos en activo que ocupan algún cargo en la organización). • Dedicación al interés general. • Equipo de trabajo permanente dedicado a la investigación. • Producción de propuestas innovadoras y prospectivas de políticas públicas, con el fin de participar en ese debate. • Organización sin ánimo de lucro. • Organización que dispone de medios de comunicación (sitio web, blogs, publicaciones, conferencias etc.), con el fin de difundir ampliamente sus contenidos, que hacen libremente accesibles. Por diversos criterios, quedan excluidos las ONG, las fundaciones filantrópicas, las plataformas de partidos políticos o de personalidades políticas y los lobbies. Como explica Thomas Medvetz, el think tank se encuentra sumido en un doble movimiento acercamiento/distanciamiento, de ciclo eterno, que le permite llegar al equilibrio necesario para su legitimidad. Si bien es cierto que el alejamiento tiende a diferenciar al think tank de las instituciones más cercanas (o a distanciarle de los que le financian) y afirmar así su independencia, en cambio, el acercamiento restablece una dependencia respecto a esas mismas instituciones, con el objetivo de que el think tank disfrute de los recursos simbólicos y materiales que le ofrecen. El equilibrio encontrado supone la existencia de lazos académicos, políticos y empresariales ya que cada vínculo le asegura una legitimidad que garantiza su independencia respecto a las otras instituciones. Se podría resumir su posicionamiento en el espacio del peritaje de las políticas públicas afirmando que un think tank es más académico que un lobby, más empresarial que una


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