270 Revista del Instituto Español de Estudios Estratégicos Núm. 2 / 2013 denominados Observatorios Tecnológicos, organizados en áreas específicas de conocimiento en sistemas de armas, electrónica, tecnologías de la información, robótica, etc.; además de un nodo gestor perteneciente al Ministerio de Defensa, que realiza la vigilancia tecnológica y lidera las actividades conjuntas en organismos internacionales. Describe el SOPT los sistemas de inteligencia multifuncionales a través de programas que son las tendencias futuras de Guerra Electrónica (GE) tomando como referencia un horizonte temporal cercano al año 2030. Estos han sido proporcionados por empresas como INDRA, EADS-CASA, GMV, IECISA, TELEFÓNICA SOLUCIONES, TECNOBIT, etc, y Universidades españolas. Todo ello, proporciona un verdadero Sistema de I+D+I generado, donde el Sector de Defensa es el agente catalizador de las invenciones y las empresas que conforman la industria e instituciones que participan constituyen los polos de investigación, desarrollo e innovación, que finalmente proporcionarán con estos proyectos de GE un sistema de defensa más seguro donde exista: 1. una mayor rapidez en la localización de los riesgos, 2. una mejora en la capacidad de detección de las amenazas; y, 3. mayor precisión en dicha localización y extensión de la vigilancia. 9. CONCLUSIONES En las últimas décadas, se han producido una serie de acontecimientos en materia de Defensa que han alterado de forma sustancial el marco de actuación de las FAS. La Política Europea de Seguridad y Defensa, los objetivos presentados en las Directivas de Defensa Nacional y de la Revisión Estratégica de la Defensa son líneas de actuación en materia de Defensa tratados en el trabajo, que han incidido en la transferencia de conocimiento e innovación asociado a la Industria de Defensa. En este sentido, para dar respuesta a los retos que se presentaron, donde aparecieron nuevas obligaciones y requerimientos operativos; todos los agentes involucrados, empresas de la industria de defensa, instituciones, universidades, centros de investigación, se prepararon para acometer actividades en materia de I+D+I, con metas tecnológicas que les abrirían las fronteras internacionales y aumentaría su actividad socioeconómica. Consideramos en el artículo que el Sector de la Defensa representa una estructura económica propia, en cuanto a la asignación de recursos y agentes con los que se relaciona, los procesos de transferencia de conocimiento y la investigación tecnológica que genera en sí misma. Por esta razón, y por la dejadez de la literatura académica para conceptualizar la Economía de la Seguridad y la Defensa, damos en proponer una definición de la misma
REVISTA IEEE 2
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