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38 Revista del Instituto Español de Estudios Estratégicos Núm. 2 / 2013 juego.6 Las tecnologías de la información habían transformado la naturaleza del poder militar, con sistemas de armas basados en el láser y el procesado de información. Los satélites y el proceso de datos habían establecido un poder de la información y disuasión que sustituía al poder nuclear de la era anterior. Las televisiones de alcance global como CNN, BBC World, Al-Jazeera o Star TV habían incorporado una política de imágenes y el desarrollo de una diplomacia pública a lo que era antes una mera política de poder y diplomacia secreta. La combinación de la acción de las ONG y las tecnologías interactivas, a través de internet, estaba dando lugar a una sociedad civil global, y algunos grupos de presión, como Amnistía Internacional o Greenpeace, actuaban ya como nuevos actores en las relaciones internacionales. Al Jazeera empezó a cumplir una función aglutinadora para un pueblo: el árabe, que se encontraba disgregado a lo largo y ancho del mundo. A través de sus emisiones, la audiencia obtenía una información de primera mano. Lógicamente, la Intifada de 2000 fue seguida en tiempo real, de forma muy similar a lo ocurrido con la cadena CNN en la Guerra del Golfo. Desde entonces, cabe hablar de un cierto “efecto Al Jazeera”. “Una vez empezaron a tener una audiencia crítica, los canales de noticias por satélite influyeron en la política. Las noticias sobre un acontecimiento como la Intifada de 2000 pudieron llegar hasta la audiencia árabe, sin necesidad de pasar antes por la visión occidental o la censura de los gobiernos. Como los israelíes advirtieron pronto, el clima se iba enrareciendo más en los países que les rodeaban.7” Buen ejemplo fueron las reacciones a las caricaturas de Mahoma publicadas en un diario danés, en 2006. Como es sabido, la religión musulmana prohíbe la representación física del profeta en general, cualquier representación icónica. La noticia fue difundida por Al Jazeera, y la reacción tuvo un alcance global, ayudada también por la difusión a través de Internet. Las protestas llegaron hasta Indonesia, Malasia, los territorios palestinos o Irak. En Siria, se incendiaron las embajadas de Dinamarca y Noruega. En total, unas 24 personas murieron en los disturbios que se produjeron en todo el mundo.8 El panorama estaba cambiando; y con él, la naturaleza de los conflictos. ¿Era la utilización de la información? No, porque su uso era milenario. Pero sí el hecho de que pudiera ser accesible a prácticamente todo el mundo en tiempo real. La multiplicidad de plataformas, emitiendo mensajes, condicionaba la utilización de la propaganda gris o negra. ¿Eran las nuevas tecnologías en el campo de batalla? En cierto modo, sí, porque empezó a fraguarse una suerte de “guerra virtual”, cuyo primer exponente fue 6  NYE Jr., J. S. La paradoja del poder norteamericano. Madrid: Taurus, 2002, pp. 63-69. 7  SEIB, P. The Al Jazeera Effect. How the New Global Media Are Reshaping the World Politics, Wash-ington D.C.: Potomac Books, 2008, p. 7. 8  SEIB, P. op. cit., p. 5.


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