iRaíces del CIP j INTRODUCCIÓN ,SKLHIYPSKLZLJVUZP\`}VÄJPHSTLULLS Cuerpo de Ingenieros del Ejército. Aquel día se plantó un árbol, por decisión de un rey que inauguraba dinastía en España, Felipe V, tras una desgraciada guerra de sucesión y por medio de un gran hombre, el general don Jorge Próspero de Verboom, que puso todo su mucho saber, voluntad y empeño en la tarea, y que en poco tiempo llegó a ser un recio tronco, con multitud de frondosas ramas que habría de dar valiosos frutos a nuestra patria. La especialidad de Construcción del Cuerpo de Ingenieros Politécnicos del Ejército de Tierra es una de ellas, si no la más importante por su número, sí la que, en nuestra opinión, entronca directamente,como rama apical, con aquel árbol, por ser continuadora, en su forma y fondo, de los objetivos fundacionales de aquel 1711. En tal sentido, es oportuno recordar que los cometidos vigentes asignados a la especialidad de Cons- Y\JJP}UKLKLÄUPJP}UWYV`LJVKPYLJJP}UKLVIYH `THULUPTPLUVKLSHZMVYPÄJHJPVULZWLYTHULULZ infraestructuras e instalaciones de aplicaciones militares » (Real Decreto 711/2010, de 28 de mayo) coinciden con los que a lo largo de los siglos han sido responsabilidad de los ingenieros militares y que han sido reiteradamente recogidos en las sucesivas ordenanzas promulgadas al efecto.Por tal motivo, como coherederos de todos los ingenieros militares que nos han precedido a lo largo de la historia, nos unimos, con todo afecto, legitimidad y derecho, a nuestros compañeros del Arma de Ingenieros en la celebración de este tercer centenario.A tal efecto, a lo largo de esta conferencia recordaremos el hilo conductor que enlaza al actual Cuerpo de Ingenieros Politécnicos con los antiguos ingenieros militares; a nuestra Escuela Politécnica Superior del Ejército con los centros de enseñanza X\L SH WYLJLKPLYVU" ` H HSN\UHZ KL SHZ ÄN\YHZTmZ señeras de la ingeniería militar, como ejemplo, modelo y admiración. UN POCO DE HISTORIA ANTES DEL SIGLO XVIII :PHX\LSKLHIYPSKLZLJVUZP\`}VÄJPHSTLU- te el Cuerpo de Ingenieros del Ejército, que con el devenir del tiempo habría de ser el impulsor del desarrollo tecnológico de nuestra patria, no debemos pensar que se partía de un páramo intelectual, sin tradición alguna. La ingeniería militar ha existido siempre, desde que el hombre es hombre.En España, ya desde los iberos existen vestigios de recintos fortificados, y las historias de Sagunto y Numancia fueron posibles porque, delante de sus heroicos defensores, existieron unas murallas que les permitieron prolongar durante años su defensa. Remontándonos en el tiempo, y situándonos en la Reconquista, comprobamos cómo en dicha época se construyeron, conquistaron y adaptaron multitud de castillos y fortalezas, hasta llegar a dar nombre a uno de los reinos peninsulares, alma de nuestra patria: Castilla, tierra de castillos. En cualquier caso, un recorrido por nuestra geografía nos muestra cómo no existe prácticamente ningún pueblo que no tenga o haya tenido un castillo. Los hombres que concibieron, construyeron, restauraron y modernizaron tales castillos o fortalezas, aunque carecieran de formación académica alguna, siendo la suya meramente artesanal y gremial, e ignoremos sus nombres, son para nosotros auténticos ingenieros militares. Para ellos, raíz embrionaria de nuestra profesión vocacional, nuestra admiración y respeto. El concepto defensivo por antonomasia, a lo largo de la edades Antigua y Media, se centraba en la muralla y el foso. Pero el progreso de la artillería desde los siglos XIII y posteriores, con el incremento de la potencia de sus fuegos y la movilidad de sus piezas, fue cuestionando WH\SHPUHTLULSHLÄJHJPHVWLYHPHKLSVZSPLUaVZKL las murallas..ÞMERO \ -AYO | 9
MEMORIAL CIP Nº 1
To see the actual publication please follow the link above