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EJERCITO DE TIERRA ESPAÑOL Nº 870 OCT 2013

Geografía e Historia Clinton, se hizo cargo del mando de este cuerpo, cuya potencia empezaba a ser considerable. Aprovechando la calma invernal y ante la mala situación sanitaria en el Hospital Militar de Alicante, Whittingham decidió crear un hospital móvil divisionario; su división contaba en esos momentos con una fuerza de 9.864 hombres5. Ante la imposibilidad de que lord Bentinck abandonase Sicilia, el Gobierno británico envió al teniente general John Murray, que se hizo cargo del mando del Cuerpo Hispano-Anglo- Siciliano. En abril el mariscal Suchet derrotó al general Elío —Ejército de Levante— en Villena y marchó a continuación contra Murray, que se posicionó en Castalla, donde la División Mallorquina ocupó el ala izquierda y soportó el peso del ataque francés. Tras duros combates, Suchet fue derrotado, en la que se conoce como segunda batalla de Castalla. En mayo Wellington inició su ofensiva, con la seguridad de que José I no podía recibir refuerzos desde Levante, ya que esta vez Suchet iba a tener enfrente una potente fuerza que lo mantendría fijado al terreno. Ese mismo mes José I abandonó Madrid de forma definitiva. En junio Wellington ordenó a Murray acudir en auxilio de Tarragona, decidiendo que las tropas, la División Mallorquina entre ellas, se trasladaran en barco. Murray desembarcó en el puerto de Salou, se dirigió a Tarragona y comenzó el sitio de la ciudad. Su indecisión ante la aproximación a Tarragona de las fuerzas francesas, transformó lo que podría haber supuesto el inicio de la liberación de Cataluña en un fiasco que le costó un consejo de guerra. Sus fuerzas reembarcaron en dirección a la costa levantina. El 21 de junio tuvo lugar la batalla de Vitoria, en la que fue derrotado el Ejército francés al mando de José I. Ante esta situación el mariscal Suchet decidió abandonar su posición en Valencia y acudir en socorro de las fuerzas francesas que mantenían sus posiciones al norte del Ebro. El Cuerpo Hispano-Anglo-Siciliano recibió la orden de volver a Tarragona, pero esta vez lo hizo por tierra. Lord Bentinck, que por fin se había incorporado desde Sicilia, tomó el mando y se reunió con los jefes del 2º y 3er Ejércitos españoles (general Elío y duque del Parque), acordando con ellos poner toda la caballería de ambos ejércitos, más la de la División Monolito de homenaje a los presos franceses en Cabrera Mallorquina bajo el mando de Whittingham. Así, en julio, esta división quedaba organizada en cuatro brigadas de Infantería (a dos batallones) con 7.500 hombres y tres de Caballería, con un total de 2.500 caballos. La División, junto con otras unidades del cuerpo, inició una marcha rápida hacia el Norte, cruzó el Ebro el día 27 de julio y puso de nuevo a Tarragona en estado de sitio. La División además de atender al sitio, participó en diversas acciones de limpieza en el área del Ebro y zonas limítrofes con Aragón. El 18 de agosto los franceses abandonaron Tarragona. A partir de octubre, la División Mallorquina se dedicó a fortificar Tarragona y a adiestrar a las nuevas unidades de caballería que Wellington había puesto bajo el mando de Whittingham; participó en varias acciones en Cataluña, que culminaron en el sitio de Barcelona. El 14 de marzo de 1814 el rey Fernando VII entró en España por Figueras y ordenó que varias unidades de la División Mallorquina —las de Caballería— formaran parte de su escolta hasta Madrid, con la intención, inicialmente oculta, de que no se limitaran a ejercer esta labor. Mientras, cuatro batallones de infantería de la División continuaban el bloqueo de REVISTA EJÉRCITO • N. 870 OCTUBRE • 2013 105


EJERCITO DE TIERRA ESPAÑOL Nº 870 OCT 2013
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