Secuencia que muestra la imagen antes de tratarla, radiografiada para su estudio y recuperación, así como su aspecto actual. Noviembre 2015 última conservar el patrimonio La capilla del Palacio Real de Valladolid expone el Ecce Homo restaurado SILENCIOSA y, seguramente con algo de polvo y un poco olvidada, como el arpa de Bequer; dormía en la vallisoletana base El Empecinado, en Santovenia de Pisuerga, la talla de madera policromada de un Cristo Ecce Homo —«este hombre», en palabras del romano Pilatos— que hoy es parada obligada en la capilla del Palacio Real de Valladolid. La regia residencia, en la actualidad, es la sede principal de la Cuarta Subinspección General del Ejército Noroeste y abre sus puertas, entre otras actividades, a visitas organizadas a través de su oficina de comunicación (983 327 085 o ocpsuigenor@et.mde.es), y la singular talla ha pasado a ser un atractivo más en el recorrido del palacio en el que vino al mundo el futuro Felipe IV. El Ecce Homo, fechado en el siglo XVII, estaba inventariado entre los bienes de la base El Empecinado y su actual residente, la Agrupación de Apoyo Logístico nº 61. Y, en el transcurso de una revisión de ese listado de haberes 66 Revista Española de Defensa del Ejército de Tierra fue localizada el pasado año 2014. Una vez rescatada, ante el posible valor de la escultura, los responsables de la unidad vallisoletana —a través del general comandante militar de Valladolid y Palencia— buscaron la colaboración del Centro de Conservación y Restauración de Bienes Culturales (CCRBC) de la Junta de Castilla y León, y de su Museo Nacional de Escultura, uno de los primeros de Europa en su género. «El primer objetivo de este contacto era conocer el valor real de la talla y a partir de ahí ver el camino a seguir», explica el cabo primero Julián Díez Bajo, uno de los artífices de su puesta en valor. Intuida su importancia, la obra fue trasladada al centro de restauración donde pasó a formar parte del programa de conservación y restauración de obras de imaginería barroca, explica el informe emitido por el CCRBC tras el estudio y restauración de la pieza. «SU CALIDAD HA QUEDADO REALZADA» Desde el punto de vista de la conservación del patrimonio —en este caso del Ejército de Tierra—, el citado dictamen señala que el centro ha llevado a cabo labores de consolidación y limpieza del Ecce Homo, lo que —agrega— «ha contribuido a realzar aún más su calidad». Respecto a la iconografía, destaca que «la obra no puede ser más representativa de la escultura barroca española» y recuerda que alude al momento en el que el gobernador romano en Jerusalén presenta a sus vecinos a Jesús de Nazaret tras ser azotado y coronado de espinas. El análisis artístico subraya una «notable similitud con el Cristo Yacente de la iglesia del Carmen de Madrid», de J. Sánchez Barba (1602-1673), quien «alcanzó una justificada fama en la corte como autor de imágenes devocionales». «Si se admite la atribución —indica— la obra adquiere un singular interés como testimonio de la iconografía del Ecce Homo en la producción de uno de los más importantes escultores madrileños del XVII, del que además se han perdido la mayor parte de sus trabajos». E. P. M. / Fotos: CCRBC de Castilla y León «La obra no puede ser más representativa de la escultura barroca española»
REVISTA ESPAÑOLA DE DEFENSA Nº 322
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