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LA LEGION 530

>> Colaboraciones turaleza económica. Desgraciadamente estos comportamientos están calando en la sociedad y, lo que es aún peor, pueden llegar a ser considerados como algo normal. Entre las informaciones publicadas, aparece una que recuerda que el próximo día 20 de septiembre, se cumplen 95 años de la fundación de La Legión. Releyendo su historia se pone de manifi esto que su capacidad de entrega y dedicación es patente; sus más de 10.000 muertos y 40.000 heridos le han valido el respeto y la admiración de la gran mayoría del pueblo español, así como el prestigio alcanzado en todas y cada una de las misiones internacionales en los diferentes países donde ha intervenido. El fundador de La Legión, el entonces teniente coronel Millan-Astray, albergaba la idea de crear una unidad militar que redujera las muertes entre los soldados procedentes del reemplazo, mal instruidos, con armamento anticuado en muchos casos y, en algunas ocasiones, con poca moral de victoria ante los violentos ataques de los rifeños. Ellos, Los Novios de la Muerte, estarían dispuestos a ofrecer su vida a cambio de la de los demás. No morían por morir, sino “Pro Patria Mori”. Es posible que alguien se esté preguntando cual es la relación existente entre la “crisis generalizada” y “La Legión”; intentaré explicarlo desde la lectura y el estudio del llamado Credo Legionario. El Credo Legionario forma parte de esta unidad militar desde sus primeros momentos, es su fundamento espiritual, corazón y valor, fuerza y culto de la misma, concebido como código ético, escrito al más puro estilo castrense, dirigido a esos voluntarios que se habían alistado a La Legión y formaban un grupo complejo y desigual, con diferentes ideologías y procedencias, ex convictos, luchadores de la vida, aventureros, soñadores, desesperados y, también, románticos. A todos ellos había que inculcarles el Culto al Honor y al Valor Militar, y transmitirles aquellos valores que les ayudaran a superar el instinto y no temiesen a la muerte. En defi nitiva, a lo largo de sus Espíritus, que es así como se designa a cada uno de sus artículos, podemos apreciar que se trata de un compendio de virtudes militares que consiguió devolverles la razón para vivir y la razón para morir desinteresadamente porque la sociedad y España en ese momento, así lo demandaban. Muchas de estas virtudes frenarían gran parte de los escándalos que se producen actualmente por una falta de ética generalizada. Según el General Jefe de la BRILEG, D. Juan Jesús Martin Cabrero: “El Credo Legionario es pieza clave de la solidez y consolidación de La Legión” La lectura detenida de este código de virtudes militares o espíritus, me reafi rma en la idea de que es posible una sociedad regida por valores y principios, plenamente aceptados y de “obligado cumplimiento”, que establezcan claramente los derechos, las obligaciones y las responsabilidades de cada uno, frente a los contravalores que parece ser se están adueñado de nuestro día a día, impidiendo el deseado desarrollo hacia una sociedad justa y solidaria. En defi nitiva, una sociedad que plantara cara a la picaresca, entretenido género literario que no por casualidad surgió en España, pero entendida por muchos como estilo de vida que, además, suelen ser presentados como triunfadores y modelos a imitar. Se debería recuperar el sentido de la vida desde la concepción fi losófi ca y religiosa de la existencia, de la conciencia y de la felicidad. Si consideráramos “ser feliz” como nuestro objetivo vital; seriamos más felices y… haríamos más felices a los demás. 56 530 · I-2015


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