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HISTORIA MILITAR DE LA GUERRA CIVIL EN MADRID - FUENTES PRIMARIAS -

En el primer combate del 5 cayó el comandante. El segundo comandante quedó tendido el día 7. Del 7 al 13 caen todos los oficiales que vinieron con Fernández menos uno. Era el capitán Melchor, que también lo abatieron luego, en diciembre. Fernández manda fuerzas de los “Leones Rojos”. Madrid es nuestro (60 crónicas de su defensa). Izcaray, J; Cimorra, C; Perla, M; De Ontañón, E. Ed. Nuestro Pueblo Madrid – Barcelona 1938. Página 19. Frente de Carabanchel (Eduardo de Ontañón) Casas, manzanas enteras derruidas. Árboles tronchados. Faroles deshechos. Precisamente Carabanchel, el barrio donde la reconquista se hace auténticamente palmo a palmo, es el que presenta más harapos de guerra. Página 82. Frente de Carabanchel (Mariano Perla) Y enseguida las jornadas terribles de noviembre y diciembre (1936). En los frentes se combatía sin descansar las armas. De árbol a árbol, en la Casa de Campo. De ventana a ventana en Carabanchel. Página 93. Frente de Carabanchel. 7 Noviembre (Mariano Perla) Se resistía a pesar de todo y por encima de todo. La ciudad estaba guardada por unos adoquines verticales (barricadas) y soldados improvisados, que corrían a la línea con trajes de obrero: - El taller esta hoy en Carabanchel Había armas y no había armas. Pero sobraban hombres y barricadas. Página 108. Carabanchel. (Clemente Cimorra) Uno de los sectores donde se ha desarrollado con más intensidad la lucha de edificio por edificio es, indudablemente, el de Carabanchel. El sector en que se ha ido mordiendo sus posiciones a los invasores desde, si me apura, el Puente de Toledo hasta donde hoy se clavan las trincheras de nuestras líneas. Página 141. Carabanchel. (Jesús Izcaray – junio 1937) La bolsa o cuña que tenían enquistada en nuestro frente de Carabanchel – guerra al menudo, lucha homérica de la defensa de Madrid – se ha ocupado casa por casa, mina por mina, y recoveco por recoveco. El asedio de Madrid. Eduardo Zamacois. Editorial AHR, Barcelona. 1976. Página 302. Lucha en Carabanchel En los Carabancheles, así como en los suburbios diseminados entre la carretera de Extremadura y el Camino Alto de San Isidro, el enemigo, no bien sintió su avance represado se parapetó en las viviendas. Para desalojarlo los milicianos empleaban, a falta de bombas, latas de conservas cargadas de dinamita. Otras veces ventilaban la cuestión a bayonetazos, obligados por lo reducido del espacio en que se movían. Dentro de cada casa las habitaciones se ganaban o perdían una a una. Era la lucha bajo el mismo techo y a puerta cerrada; la lucha que pudiera llamarse de “pared por medio”, en la que los beligerantes se ofendían de palabra antes de derribar el tabique que les separaba; lucha de hurones… El asedio de Madrid. Colodny, Robert G. Ruedo Ibérico Paris 1970. Página 73. Carabanchel Bajo (primeros días de noviembre del 36) Las columnas del ala derecha, reanudaron su lento avance por las calles de Carabanchel Bajo hacia las colinas de Basurero. Casa por casa y manzana por manzana, los marroquíes, en un tipo de guerra al que no estaban acostumbrados, prosiguieron su avance, perdiendo en las ruinas conquistadas de los barrios obreros la eficacia de los tabores que le había permitido al general Franco conquistar provincias enteras. FUENTES PRIMARIAS No está permitida la reproducción total o parcial de este documento por ningún medio, sin el permiso previo y por escrito de los titulares del Copyright 201

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