Page 22

BOLETIN MUSEO AERONAUTICA 74

No podemos negar que la suposición de que después de tantos años tan ligera e improvisada construcción pudiera resistir el paso del tiempo, peca de cierta ingenuidad. No hay más que observar los daños que la intemperie causa en la conservación de nuestra sencilla estructura de madera, aun preservándola con un techado16 , cuanto más si ésta se encuentra al descubierto en el medio de una dehesa castellana de climatología extrema, hasta el punto de que ya en 1936 el propio aeródromo quedó inutilizado poco después de su establecimiento, por las inundaciones sufridas entre octubre y noviembre de ese año17 , y que con el tiempo obligaron a trasladar la base de operaciones a Matacán. Se dice que una imagen vale más que mil palabras, pero si esta imagen queda refrendada por alguna palabra, mucho mejor. Porque aún nos quedaba por encontrar el testimonio que despejara definitivamente nuestras sospechas. Un texto que iba acompañado de una foto realmente histórica, la de la caseta original de 1936, que aparecía en el artículo sobre la ermita de Santiago publicado en el suplemento especial del periódico El Adelanto con motivo de la visita a la capital salmantina del General Franco para celebrar el VII Centenario de su Universidad en 1954: “(…) Fue ello el 21 de septiembre de 1936, en un barracón de madera que la Aviación Militar tenía entre otros varios en aquella finca (…) Muy poco tiempo después, retirado de allí el barracón 22 Boletín M.A.A. que fue Sala de Juntas para nuestros mandos militares de aquella hora histórica, la misma Aviación Militar levantó allí un monolito con su emblema en el centro y a sus pies una gran piedra granítica, en la que se lee grabada la siguiente inscripción (…) Y todos los alcaldes de la provincia congregados en la capital hicieron elevar junto a aquel monolito otro monumento del más extraordinario simbolismo (…)18” Y que se completaba con la descripción ofrecida desde la misma publicación en 1956: “Alrededor de este monumento se ve aún la seña de una cimentación. Corresponde a la de un barracón de madera que camuflado con césped servía de oficinas al campo de aviación que en aquella finca se instaló provisionalmente a comienza de la guerra de liberación (…)”19 La respuesta siempre estuvo ahí, entre las viejas páginas de un diario local donde el cronista se hacía eco de una realidad conocida por todos y que, con el paso del tiempo, se fue diluyendo para convertirse en una bien armada fantasía no exenta, como todos los mitos, de una parte de realidad salpicada de verdades a medias. HISTORIA 1945 - 1946 ( CECAF ) 1952 ( A.H.E.A. )


BOLETIN MUSEO AERONAUTICA 74
To see the actual publication please follow the link above