Reportaje Central<< Actividades << La Legión, de la ruptura con las habituales normas internas y las exigencias de dureza en el adiestramiento y, especialmente, la necesidad de la creación de un espíritu propio que diese y trasmitiese el verdadero brío y arrestos necesarios a la nueva fuerza. La Real Orden Circular de 4 de abril de 1920 dictaba las reglas para la organización del Tercio de Extranjeros (DO.Nº 199): El Rey ha tenido a bien disponer que se proceda a la organización del Tercio de Extranjeros, ajustándose a las reglas siguientes: 1ª El Tercio de Extranjeros formará una unidad de Infanteria,… 2ª Este cuerpo habrá de emplearse tácticamente como de primera línea y en todos los servicios de paz y guerra sin otro límite que el de su utilidad militar. Vizconde de Eza El 2 de septiembre de 1920 se nombraba jefe del Tercio de Extranjeros al teniente coronel D. José Millán Astray y tal día como hoy, el 20 de septiembre de 1920 se alistó el primer legionario. El nombre de Tercio es rescatado de la denominación que en el siglo XVI se daba a las unidades tácticas del Ejército de Flandes, compuestas por tres grupos: piqueros, ballesteros y arcabuceros cuyas armas forman nuestro emblema. Ya desde su inicio La Legión fue: disponibilidad inmediata, disciplina, seriedad, operatividad y efi cacia. Valores y características que la han hecho eterna. Y el desarrollo de las operaciones cambió, y su resultado cambió, y la imagen de nuestro ejército cambió. Nos crearon porque éramos necesarios, nos hicieron diferentes, somos diferentes, porque convenía que lo fuéramos. Y todo, como marca la Real Orden Circular, para ser útiles a España, cumpliendo desde la excelencia la misión que el Ejército nos encomiende, manteniendo, por supuesto, tradiciones y espíritu. Porque sabemos que una parte sustancial de cualquier ejército es el respeto a sus tradiciones. El servicio incluye una disposición al sacrifi cio por encima de las obligaciones contractuales. Para ello y por ello, no existe ejército sin espíritu de cuerpo, sin respeto a su historia, sin vinculación a los valores de la unidad a la que se pertenece, a sus gestas pasadas. Por eso como siempre ha sido, conservaremos y mantendremos nuestra historia, nuestra tradición, nuestro ideario recogido en los espíritus del Credo, y eso sí, lo haremos, como fue en nuestra creación, para ser los más operativos, los de más alta disponibilidad y los primeros frente al enemigo. Debemos ser útiles desde esa operatividad y disponibilidad, pero también desde nuestro prestigio. Son importantes las acciones pero también las percepciones porque son las percepciones las que atraen y disuaden. La Legion hoy, en el marco de una crisis como la que vivimos, es además un depósito de valores. Y es conocida la intensa conexión de las unidades de La Legión con la población. Somos en consecuencia, no solo un depósito sino también un elemento transmisor de valores y aglutinador en torno a la idea de España que debe ser tenido en cuenta. Coronel mande fi rmes. Legionarios: Con nuestro Credo, con un espíritu que no es como el de los demás, que fue preciso que fuese distinto, y que es el nuestro. Desde el Espíritu de Amistad, levantando con nuestro gorro el de aquellos compañeros que ya no están aquí, gritando con nuestra voz lo que ellos sentían en su corazón. En su recuerdo. Con el gorro en la mano izquierda y el brazo en alto, gritad conmigo: ¡Viva España! ¡Viva el Rey! ¡Viva La Legión! 524 · III-2013 27
LA LEGION 524
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