Page 57

REVISTA GENERAL DE MARINA OCTUBRE 2015

TEMAS GENERALES estudios previos del ingeniero director del Reino de Galicia Francisco Montaigú, apreciada por su buena situación resguardada, pero también por motivos económicos, pues se trataba de terrenos cedidos por el Monasterio de Sobrado. Por otra parte, mediante Real Decreto de 21 de septiembre de 1733, las jurisdicciones de Ferrol y La Graña —hasta entonces señoríos del conde de Andrade y de Lemos desde 1371— se incorporaron por compra a la Corona de España. Esto supuso que Ferrol se convirtiera en «villa de realengo», lo que permitió la plena disposición de la ordenación del territorio y, de esta forma, los trabajos de las reales obras de los nuevos arsenales y astilleros, así como la construcción de una ciudad de nueva planta destinada a acoger a la numerosa población (11) que se fue incorporando a lo largo del siglo XVIII. En este emplazamiento inicial en La Graña, durante algo más de dos décadas —entre 1726-1748— la Real Armada construyó un pequeño astillero que constaba de una única grada, donde se botaron y armaron dos navíos, una fragata y tres buques auxiliares de menor porte. Pero debido a diversas consideraciones y circunstancias, como el pequeño espacio disponible, el escaso calado de su ribera y su difícil defensa frente a un ataque, al estar dominado por el monte de gran altura situado en su parte posterior, en los primeros años de la década de 1740 se decidió la construcción de un arsenal y un astillero más completos en otra zona de la ría de Ferrol. El nuevo Arsenal de Ferrol y Astillero de Esteiro Es durante el reinado de Fernando VI cuando, tras los estudios previos efectuados por varios ingenieros, se aprobó el proyecto definitivo para el nuevo Real Arsenal y Astilleros de Ferrol, cuyas obras comenzaron en 1750 en la zona conocida como ensenada de Esteiro. El impulsor máximo de la nueva obra fue el secretario del Despacho de Marina, de Hacienda e Indias don Zenón de Somodevilla y Bengoechea, marqués de la Ensenada (12), que ocupó el cargo entre mayo de 1743 y julio (11) Marinos, militares, técnicos de diferentes especialidades (ingenieros, arquitectos, proyectistas), comerciantes, molineros, tenderos, sastres, zapateros, artesanos y multitud de trabajadores de oficios diversos (canteros, albañiles, carpinteros, calafates, herreros, etc.) y sus familias. (12) Su gran proyecto unitario para Ferrol abarcó, además del Arsenal Militar y los astilleros, el levantamiento de nuevas fortificaciones defensivas y la construcción de una ciudad de nueva planta para acoger la llegada masiva de una población que llegó a convertir esta villa gallega en la más numerosa de la época. Así, el «Ferrol de la Ilustración» quedó configurado como una urbe modular, formada esencialmente por tres barrios civiles y un cuarto de carácter militar —el situado dentro del Arsenal—, articulado por una gran alameda, que servía de nexo de unión a todo este conjunto. El barrio de la Magdalena ferrolano es considerado uno de los mejores ejemplos del urbanismo del siglo XVIII. 484 Octubre


REVISTA GENERAL DE MARINA OCTUBRE 2015
To see the actual publication please follow the link above