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REVISTA GENERAL DE MARINA MAYO 2015

TEMAS GENERALES la Armada y gran conocedor de todos los entresijos técnicos y burocráticos de la industria naval de aquellos momentos, pues había trabajado para la SECN desde 1929 hasta 1934, gracias a lo cual y a las negociaciones que se llevaron a cabo en un corto período de tiempo se pudo nacionalizar la Sociedad Española de Construcción Naval y empezar el Programa Naval de 1939. Al principio, las industrias tecnológicas alemanas e italianas, sobre todo las alemanas, ayudaron a desarrollar algunos de los ambiciosos proyectos del programa naval propuesto por el Gobierno, pero al iniciarse la Segunda Guerra Mundial la ayuda alemana empezó a debilitarse a medida que la guerra avanzaba, y la recuperación de la industria española fue sometida a un duro aislamiento; estas circunstancias hicieron que del ambicioso proyecto solo se pudiera llevar a cabo la construcción de 12 lanchas torpederas clase S-38 y 14 dragaminas. En 1941 Juan Antonio Suanzes Fernández dejó su cargo y pasó a ocupar la dirección del recién nacido Instituto Nacional de Industria (INI), dependiente de la Presidencia del Gobierno, creando en 1943 la Empresa Nacional «Elcano» de la Marina Mercante, al mismo tiempo que abogaba por una nueva empresa para sustituir a la DIC, cosa que no pudo conseguir. En 1945 el almirante Salvador Moreno Fernández, ministro de Marina, cesó en su cargo, y el nuevo ministro, Francisco Regalado, en 1946 facilitó las negociaciones para la creación de la Empresa Nacional Bazán de Construcciones Navales Militares S. A., quedando legalmente constituida el 11 de julio de 1947 con un capital de 350 millones de pesetas, procedente de las arcas del Estado (INI). Con la creación de esta nueva empresa muchos de aquellos proyectos fueron reducidos y algunos de ellos no llegaron a terminarse, como fue el caso de la construcción de una gran Base de Submarinos en Cartagena —similar a la de la Organización Todt en las costas francesas del Atlántico—, formada por seis túneles, dos diques subterráneos y un gran búnker a prueba de bombas, con tres dársenas en su interior, que quedó reducida a dos diques subterráneos en la ensenada del Espalmador Grande. Las obras de los dos túneles y los dos diques subterráneos en Espalmador Grande empezaron a principios de diciembre de 1945, bajo la dirección de los ingenieros José Entrecales Ibarra y Antonio Bizcarrondo Gorosabel, de Entrecanales y Tavora, y la colaboración de la Sociedad Española Ingersoll-Rand, según las necesidades propuestas por del Consejo Ordenador de las Construcciones Navales Militares. Entrecanales y Tavora S. A era una de las empresas de construcción más importantes que había en España por aquel entonces; se puede decir que hizo la mayoría de los edificios, puentes, muelles y diques que hoy tenemos en toda nuestra geografía. Su primer trabajo de importancia fue la construcción, para la Junta de Obras de Puerto, de uno de los muelles de la ciudad de Cádiz en enero de 1941, por valor de 868.509 pesetas. Algunas de las obras más 632 Mayo


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