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LA LEGION 525

Actividades << DISCURSO PRONUNCIADO POR EL CORONEL D. ANTONIO ESTEBAN LÓPEZ EN SU TOMA DE MANDO DEL TERCIO “DON JUAN DE AUSTRIA” Quiero aprovechar mis primeras palabras como jefe del Tercio “D. Juan de Austria” para expresar y dejar constancia de mi propósito y sentimientos. Los Tercios de La Legión son unidades herederas del espíritu de aquellos otros que tanta gloria dieron a España durante los siglos XVI y XVII ganando fama y reputación por su valor y efi cacia en el combate. Los Tercios españoles fueron el primer ejército moderno de Europa que, formado por voluntarios profesionales, daba un muy superior rendimiento en comparación con las huestes organizadas con soldados de leva o mediante la contratación de mercenarios; modalidades empleadas por la mayoría de países europeos en aquella época. La clave del éxito del Tercio se basó en tres factores: en la innovación y continúa preparación para el combate, en el encuadramiento de un elevado número de veteranos, soldados con experiencia que luchaban en primera fi la enseñando y protegiendo a los más novatos y, por último, en la elevada e inquebrantable moral de unos orgullosos hombres que habían elegido la honrada y honrosa profesión de soldado. Con estos elementos se forjó la que iba a ser conocida como mejor infantería del mundo. El general e historiador José María Sanchez de Toca dijo, en referencia al nacimiento de aquellos viejos Tercios, que “al agrupar compañías y darles un jefe común y permanente con atribuciones explícitas y medios para imponer su autoridad, …, se creó una herramienta de mando que se reveló efi cacísima. Los Tercios demostraron ser una solución idónea administrativa, organizativa y de mando, y todo el mundo procuró copiarlos. Y a ello, claro, se unió la inmensa efi cacia y calidad operativa que demostraron”. Pues hoy, como hace cinco siglos, un Tercio debe seguir siendo lo mismo, una unidad que facilite la administración, organización y mando de unas banderas preparadas y dispuestas para el combate. Mi propósito es trabajar sin descanso con el único objetivo de facilitar que mis banderas mejoren y mantengan permanente los más altos niveles de efi cacia y calidad operativa. Asumir el mando de un Tercio de La Legión representa una tremenda responsabilidad; la historia y el prestigio de la unidad obliga plantear ambiciosos objetivos y a trazar la línea de acción que permita alcanzarlos. Este objetivo ha de materializarse sobre la base de tres valores: efi ciencia, equilibrio y entusiasmo, cuyo sentido y alcance hoy quiero transmitir como pauta de actuación. Efi ciencia para, con imaginación y esfuerzo, sacar el máximo partido a los recursos disponibles, sean estos abundantes o escasos – lo mismo da –. Equilibrio para alcanzar la necesaria armonía y contrapeso entre los múltiples y variados factores que determinan e infl uyen en el funcionamiento y relaciones de una unidad, prestando una especial atención a las cuestiones de personal, ya que las damas y caballeros legionarios son sin duda el principal valor de La Legión. Entusiasmo, con adhesión fervorosa al cumplimiento de las misiones que nos encomiende nuestro mando, el General Jefe de la Brigada de La Legión y aún más, entusiasmo para superar las difi cultades y el eventual desánimo que pudiera provocar alguna situación adversa. Mi general, aquí tienes formado a tu Tercio, el tercero de La Legión, tercero que, como siempre, quiere ser primero en disponibilidad, preparación y espíritu de sacrifi cio. En el capítulo de agradecimientos, quiero comenzar dando las gracias al teniente coronel Millán Astray; gracias por haber fundado tan extraordinaria unidad y gracias también a todos los legionarios, hombres y mujeres que desde 1920 os venís dejando el alma y en ocasiones la vida al servicio de España. Quiero también expresar mi agradecimiento a toda la cadena de mando que ha tenido a bien depositar su confi anza en mi persona dándome la oportunidad de servir en las fi las de La Legión en todos mis anteriores empleos; teniente, capitán. comandante, teniente coronel y ahora como coronel al mando de este Tercio. Gracias a todos los que me precedieron en el mando del Tercio “D. Juan de Austria”, y en concreto al coronel Demetrio que hoy me entrega la unidad en magnifi co estado de preparación y moral. Mi coronel, muchas gracias, aunque no sé si debería dártelas ya que has puesto el listón muy, muy alto lo que me obligará a redoblar esfuerzos para mantener tu línea. La Legión somos los que vestimos de verde y muchos más. Por ello he de hacer mención expresa de todas las personas e instituciones que forman la gran familia legionaria: legionarios de honor, hermandades, cofradías, autoridades civiles y un largo etcétera de amigos de La Legión, que con su apoyo y cariño contribuyen de forma notable a aumentar el prestigio de nuestra unidad. También he de mencionar a los compañeros de mi anterior destino, el Mando de Doctrina, algunos de los cuales nos acompañan hoy y a los que doy las gracias por el apoyo y amistad que en estos últimos tres años he venido recibiendo. Asimismo resulta obligado reconocer y destacar el esfuerzo de las familias que tanto nos apoyan para hacer frente a los pequeños sacrifi cios que, en ocasiones, exige nuestra profesión. A los familiares que hoy me acompañan quiero agradecer su presencia y el cariño, aliento y comprensión que constantemente me han ofrecido. He evitado prodigar citas personales porque, en esta ocasión quiero destacar sólo una. Me refi ero a mi amigo el coronel Francisco Javier Martin Gallardo que, si el cruel destino no se lo hubiese llevado tan prematuramente, estaría en el lugar que yo ahora tengo el privilegio de ocupar. El coronel Martín Gallardo falleció este verano a consecuencia de un infarto y ha habido ocasiones en que he llegado a pensar que, tal vez, su corazón no pudo resistir la enorme felicidad de haber sido designado para mandar uno de los Tercios de La Legión. Javier sé que el Cristo de la Buena Muerte te acogió en su seno, sé que te encuentras en compañía de los miles de legionarios que dieron su vida por España, sé que desde una celestial tribuna presencias este acto y sé que, desde el cielo, me echarás una mano para mandar éste que siempre será tu Tercio. JEFE DE LA LÍNEA. MANDE FIRMES Damas y Caballeros Legionarios con el gorro en la mano izquierda y el brazo en alto gritad conmigo: ¡VIVA ESPAÑA!¡VIVA EL REY!¡VIVA LA LEGIÓN! 525 · IV-2013 25


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