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LA LEGION 525

HASTA SIEMPRE TURCO Ya se fue, después de treinta años de servicio y cincuenta y ocho primaveras en su cuerpo se ha ido mi hermano mayor, mi amigo, mi compañero y camarada Apostol, ”El Turco”, como nos llamábamos mutuamente. No es que sea nativo de Turquía como más de uno me preguntó en su día, Apostol es un rumano que por diversos avatares de la vida apareció por las Palmas de Gran Canaria en el año 1983 y se alisto en La Legión. “Turco” has dado media vida al Tercio “D. Juan de Austria”, dando ejemplo de tu fortaleza física y mental, tu orden, administración de recursos, elegancia, puntualidad y simpatía. Has cumplido fi elmente con nuestro Credo y has destacado en todos los trabajos y cometidos que te han encargado, ya fuese como cabo de armamento, más de uno “pilló cacho” por ir a pedirte los parches para el tiro de mortero. Dabas miedo cuando fuiste Policía Militar por tu aspecto, vaya chollo que teníamos con la tarjeta que tenias de la P.M. para acceder a locales sin pagar y entrábamos los seis colegas de siempre con la misma, y por supuesto, en la administración de los equipos sanitarios de la Bandera, por el orden, limpieza y mantenimiento, ya es famoso tu almacén como ejemplo de estos detalles. Colega, como dice la canción de Alejandro Sanz, “Tengo el corazón partió”, una mitad por que se ha ido mi hermano mayor, con el que he compartido veintiséis años de mi vida y sus locuras. Aún me acuerdo cuando metiste al loro de la Bandera en la olla de macarrones porque te había atravesado el dedo de un picotazo y decías que daba igual, que no lo sacabas porque te había dicho el cabo 1º Alfa que en Guinea se comían los loros o cuando te comiste un jamón de 7 kilos en cuatro días y me contaste que habías adelgazado medio kilo y el día que te comiste veintiséis naranjas en una tarde. Son muchos recuerdos, los cubos de cerveza, las 10.000 pesetas de jarras de cerveza en una mañana o el perro que compraste, “ El Pumukito” que iba contigo a todos lados, has dado lo mejor de ti por la “Valenzuela”. Creo que nadie ha ganado más carreras y premios paseando el nombre de la Bandera, porque fuiste un portento físico, corrías los 5.000 a las 10:00 de la mañana y a las 11:30 ya estabas saliendo en los 10.000 ¡Vaya bestia! No pudo contigo ni el grave accidente que tuviste con el coche, creo que el Jefe de allá arriba no te acogió en el cielo porque se dio cuenta que aun te quedaba mucho que dar por La Legión y por tu Bandera. La otra mitad de mi corazón se alegra que nos dejes porque ya has cumplido con el tercer Tercio y nuestra Bandera, y ya es hora de que te dediques a vivir tranquilamente y reposar después de haberte dejado el pellejo durante treinta años por esta unidad. Te llevas el cariño, la estima y el aprecio de los muchos mandos, compañeros y subordinados que has conocido y que no te olvidaremos nunca. Nos dejas un recuerdo imborrable y creo que serás una leyenda toda la vida en tu Bandera. Sabes que las puertas de la VII las tendrás siempre abiertas cuando quieras honrarnos con tu visita y deseo que tengas un feliz y reposado retiro y que sigas en la calle dejando nuestro pabellón y el nombre de La Legión en lo más alto. ¡¡NUESTRA RAZA NO HA MUERTO AÚN!! HASTA SIEMPRE HERMANO 48 525 · IV-2013


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