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EJERCITO DE TIERRA ESPAÑOL Nº 896 NOV 2015

Grabado de la ciudad de Loja napolitanos. Había considerado que la expulsión supondría un grave perjuicio económico y social para el reino, y no cumplió la orden. Una vez en Nápoles, pese a las reiteradas demostraciones de lealtad del Gran Capitán, las vivencias del rey en la ciudad partenopea no ayudaron a rebajar su desconfianza. Los napolitanos aclamaban con más entusiasmo a su virrey que al propio monarca. Incluso en algún momento se vivieron situaciones muy tensas como la provocada por el rumor de que el Rey había encarcelado a Gonzalo. Los marinos de la flota de Lezcano —un corsario vizcaíno que había luchado a los órdenes de Fernández de Córdoba—, protagonizaron un conato de motín. Acudieron en masa ante el Castel Nuovo, la residencia del Rey, amenazándolo si no liberaba al Gran Capitán. El rumor del encarcelamiento era falso, pero nos señala la tensa situación que se vivía en Nápoles. Los vizcaínos solo regresaron a sus naves cuando el propio Gonzalo se presentó ante ellos y les pidió que depusieran su actitud. 100  REVISTA EJÉRCITO • N. 896 NOVIEMBRE • 2015 Don Fernando estaba convencido de que ante una negativa de Gonzalo a abandonar Nápoles, y si le obligaba a ello, se produciría una explosión de cólera popular. Para evitar ese problema, que solo tenía como fundamento sus infundadas sospechas, le prometió el maestrazgo de la poderosa orden militar de Santiago. Un ofrecimiento como aquel acabaría con la supuesta resistencia del Gran Capitán a abandonar Nápoles. La promesa del maestrazgo solo era un ardid. Una treta que en nada favorece la imagen del monarca. Don Fernando jamás tuvo voluntad de entregar tal prebenda. Para darle más visos de credibilidad pidió el plácet pontificio, ya que el maestrazgo de Santiago era un beneficio eclesiástico y, en consecuencia, el maestre debía contar con la aquiescencia del pontífice. Julio II no puso el menor reparo y firmó la bula de otorgamiento a favor de Gonzalo Fernández de Córdoba. El Gran Capitán abandonó Nápoles convencido de que iba a convertirse en el maestre de Santiago. Parte del viaje de regreso a Castilla lo hizo junto al rey, pero en las últimas etapas,


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