Dossier. CIMA

REVISTA DE AERONAUTICA Y ASTRONAUTICA 844

En este dossier sobre el Centro de Medicina Aeronáutica (CIMA), algunos oficiales médicos especialistas en medicina aeronáutica que actualmente dirigen sus departamentos, presentan al lector diferentes facetas del mismo, empezando con sus antecedentes históricos, siguiendo con aspectos de fisiología y medicina clínica aeronáuticas , con las actividades de los servicios de medicina aeronáutica y en especial de la unidad de entrenamiento aeromédico. También en este trabajo se da difusión a la importante labor docente, de medicina preventiva y de investigación, incluida la de los accidentes aéreos, así como a sus proyectos de futuro a corto y medio plazo, entre los que se contempla un aumento de su proyección internacional. Es inevitable desde la situación de la medicina de aviación actual, lanzar una mirada retrospectiva al origen del CIMA que se remonta a febrero de 1940, año en el que fue creado dentro de la estructura orgánica del Ejército del Aire como un órgano especializado en medicina de vuelo, para dar apoyo a las actividades aéreas del Ejército del Aire cuando en aquel momento no existía ningún centro médico especializado en esta materia en nuestro país. La aviación en aquellos momentos experimentaba un gran desarrollo tecnológico impulsado por el esfuerzo de guerra aérea en el curso de la segunda Guerra Mundial, que se estaba librando entre países de nuestro entorno. Las aeronaves militares iban disponiendo progresivamente de una mayor potencia en sus motores y de estructuras más resistentes lo que les permitía aumentar su techo operativo, su velocidad y su maniobrabilidad, y por tanto los pilotos en sus misiones podían sufrir hipoxia, enfermedad descompresiva , barotraumatimos, desorientación espacial e incluso pérdida de conocimiento en el curso de aceleraciones angulares. Conscientes de que tener pilotos no suficientemente entrenados podría comprometer la operatividad del arma aérea y lo que es peor la seguridad de vuelo, la Dirección de Sanidad del Ejército del Aire propuso al mando la creación de los centros de medicina aeronáutica de Madrid y de Sevilla. Las misiones asignadas a estos centros, no se limitaban a los reconocimientos psicofísicos del personal de vuelo, sino que daban prioridad a la investigación y estudio fisiopatológico del vuelo, según era expresado textualmente por el Inspector de Sanidad del Aire Miguel Lafont “diagnosticando y valorando oportunamente los flaqueos psicofísicos e informando del conveniente reposo y tratamiento de la fatiga de vuelo, contribuyendo al entrenamiento del personal del Arma Aérea y a la enseñanza médico-aeronáutica de la oficialidad médica. A unos y otros haciéndoles comprender las reacciones biológicas que tiene lugar en el medio aeronáutico como efecto de las maniobras realizadas en los aviones, para que demostrándolas registrándolas gráficamente y observándolas en otros individuos adquieran conocimiento real de la capacidad fisiológica individual, de su dependencia espacial y en el tiempo, de la consciencia e inconsciencia de su comienzo patológico, para dulcificar o tratar las reacciones fisiopatológicas, peligrosas para la vida o productoras de incapacidad para las misiones del arma aérea” . A lo largo de mi larga trayectoria profesional relacionada con la medicina de aviación, creo tener una amplia perspectiva sobre un periodo prolongado de la evolución de la medicina aeronáu- REVISTA DE AERONÁUTICA Y ASTRONÁUTICA / Junio 2015 511 dossier DOSSIER El Centro de Instrucción de Medicina Aeroespacial


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