Momentos para recordar Los “Piquitos” Felíz, luego de disfrutar de un vuelo con su novio, ¡nada menos que en un Loring R-III de la Escuadrilla! Andrea, hija del coronel Tomé, director del Hospital Docker (Hospital Militar de Melilla), aparece junto a su prometido, el teniente Lorenzo Pérez-Pardo, uno de los famosos “Piquitos” (de “picos pardos”, aunque fueran bien formales), como se les conocía a los tres hermanos aviadores. Gallego de Lugo; procedente de Artillería se había hecho observador en 1928 y piloto dos años después; justamente, cuando su hermano Fernando, ya capitán, sufría un accidente mortal con un Martinsyde de caza, en el aeródromo de Guadalajara (RdeA 4/2005). La Guerra Civil traería también la desgracia a “Los piquitos”, puesto que a José (36), quien con el empleo de comandante, había tomado el mando de un Grupo de “Pavas” el vigía Cronología de la Aviación Militar (He-46) de cooperación. fue derribado, sobre la Sierra de Alcubierre, teniendo el honor de ser el primer Jefe de Grupo caído en combate. Ya en la paz, a título póstumo, fue ascendido al grado superior. Lorenzo –nuestro personaje– destinado en Nador, vuela intensamente entre los aeródromos de Herraiz y Tetuán; participa en las maniobras de 1932 y en el homenaje que la Aviación de Melilla ofrece a México, como gratitud por la búsqueda de los gloriosos Barberán y Collar. Luego, tras unas prácticas de tiro aéreo en Los Alcázares, se incorpora a la Escuadra nº 1 (León) interviniendo en los servicios que llevaron a cabo, para apaciguar el Española “CANARIO” AZAOLA Miembro del IHCA movimiento revolucionario asturiano, haciéndose acreedor de la Medalla Militar concedida a la citada Escuadra. Tras el alzamiento militar, vuela en la escuadrilla Breguet XIX del capitán Chamorro y posteriormente, en los “Dragones” (DH-89) del comandante Ansaldo, realizando 41 misiones de bombardeo en diferentes frentes. Incorporado más tarde al Cuartel General de Kindelán, (Sección de Armamento y Guerra Química), simultanea con el desempeño de Profesor de la Escuela de Oficiales de Aeródromo (Salamanca). El 11 de marzo de 1937, en acción heroica llevada a cabo por el crucero “Canarias”, había apresado al mercante “Mar Cantábrico”, que procedente de Nueva York, traía aviones y armamento para la República. Un preciado botín, consistente en cuatro Vultee V1A, dos Northrop “Delta”, un bimotor Lockheed “Electra” y un anfibio Fairchild F-91. Comisionados el comandante Luis Sousa Peco y el capitán Lorenzo Pérez Pardo, para reconocer el material aéreo, tuvieron la desgracia de caer al fondo de una de las bodegas; el primero falleció y “Piquito” herido de gravedad, hubo de ingresar en el hospital de Ferrol; luego, a petición propia en el de Salamanca a fin de seguir prestando algún servicio. Así y todo, al pasar al Benemérito Cuerpo de Mutilados por la Patria, lamentablemente para él, lo de volar se había acabado. Destinado como jefe de la Sección de Guerra Química, asciende a comandante en 1940 y se le concede la Medalla de Sufrimientos por la Patria, luego fue Ayudante de Campo de los generales Rodríguez y Díaz de Lecea y Loma. Experto en explosivos, dio cursos en las Academias de Tropas y Sanidad de Aviación, de Ayudantes de Ingenieros Aeronáuticos y en la Milicia Aérea Universitaria. Fue jefe del aeropuerto de Los Rodeos y Sector Aéreo de Tenerife y ya coronel, pasó a la Secretaría General como jefe de Protocolo del Ministerio del Aire. Retirado en 1966, cinco años después, felicitaba las Pascuas a sus compañeros con unas sabrosísimas estrofas (“Tiempos Camp, recuerdos”) en las que, con verdadera gracia, recordaba uno a uno, aquellos aviones que les tocó volar. Él, para desconsuelo de su familia y tantísimos amigos que a lo largo de su vida supo granjear, volaba al más allá el 18 de abril de 1977. Hace 65 años Fervor Llanes 4 junio 1950 Con gran brillantez y devoción se ha celebrado el traslado de la réplica de la venerada Virgen de Guadalupe que, la colonia asturiana de la ciudad de México, ofreció a este municipio. En el transcurso de la multitudinaria procesión a la iglesia de Santa María, donde quedará expuesta al fervor de los llaniscos, el teniente profesor de la Escuela de Vuelos Sin Motor, Cecilio Rodríguez Naveira, evolucionando con la “Cigüeña” ha arrojado pétalos de flores sobre la misma. Hace 65 años Recuperado Matacán 2 junio 1950 Tras casi seis años de inactividad en el aeródromo de Melillla-Nador, hoy, con el teniente coronel Carlos Pombo, el comandante José Ramón Gavilán y el mecánico Grainer a los mandos, ha partido para Matacán (Escuela Superior del Vuelo), el bombardero B-25 “Mitchell”, internado en los días de la Segunda Guerra Mundial. Es de señalar, que sin conocer sus procedimientos ni haberlo volado nunca, su tripulación llevada únicamente por un profundo instinto aeronáutico, ha cubierto con toda felicidad el trayecto en 2,30 horas. 572 REVISTA DE AERONÁUTICA Y ASTRONÁUTICA / Junio 2015
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