EDITORIAL Adiestramiento y AYUDA CUMPLIDO el primer año de misión, el trabajo de los militares españoles en Irak ofrece resultados positivos: han adiestrado ya a más de 5.300 soldados, una parte de los cuales intervino en la importante ofensiva que a finales de diciembre expulsó a los yihadistas de la céntrica ciudad de Ramadi, cercana a Bagdad. En Irak nuestras Fuerzas Armadas están demostrando, una vez más, su buena práctica en la formación de ejércitos de países debilitados, a los que entrenan eficazmente para dar seguridad a los ciudadanos, obteniendo el máximo provecho de los recursos disponibles. Por eso no resulta extraño que la labor del centro de adiestramiento de la base Gran Capitán, de Besmayah, liderado por España, haya recibido tanto las felicitaciones de los mandos de la operación Inherent Resolve como el agradecimiento de los jefes de las unidades iraquíes instruidas. Supone también una excelente noticia el hecho de que, con el apoyo de la coalición internacional a las fuerzas nacionales —incluido el de España en lo que mejor sabe hacer, el adiestramiento de las tropas—, el autoproclamado Estado Islámico haya perdido territorio y capacidad militar en Irak y Siria, los dos países que consideró como un espacio a conquistar para su particular califato. Vencer a los yihadistas es vencer a la barbarie, desde la civilidad que representan los valores de las sociedades democráticas que respetan los derechos humanos, y un paso imprescindible en el camino para reconstruir la institucionalidad de ambos Estados. En este sentido, la reconquista de Ramadi fue un punto de inflexión en las operaciones contra los yihadistas. Además de mostrar el éxito de una coordinación estrecha entre las fuerzas iraquíes sobre el terreno y la fuerza aérea de la coalición, incluso en una aglomerada área urbana, y de reducir la capacidad de los terroristas para continuar aplicando presión sobre Bagdad, significó una estimulante victoria moral para las primeras. Como señala en una entrevista a RED el jefe del contingente español, coronel José María Gutiérrez del Olmo, «los militares iraquíes ya ven que son capaces por ellos mismos de derrotar al Daesh, de expulsarlo de su país y de llegar a una situación de normalidad». El presente número incluye, asimismo, un reportaje sobre la situación de fanatismo y caos que se vive en Libia, donde la inexistencia de un Estado central favorece la expansión del Daesh. En las proximidades de sus costas efectivos de la Armada y del Ejército del Aire integrados en la operación Sophia persiguen uno de los efectos del yihadismo, el de la inmigración ilegal, tratando de impedir que las mafias se aprovechen del drama de miles de personas que huyen de los países azotados por la guerra y la crueldad. Ayudar a los ejércitos de los países desestabilizados a desarrollar capacidades sostenibles frente a la amenaza del yihadismo y, a la vez, combatir la inmigración ilegal propiciada por éste, constituyen la forma de procurar una mejora integral de la seguridad en zonas de riesgo, y con ello de la seguridad internacional. RED Marzo 2016 Revista Española de Defensa 5
REVISTA ESPAÑOLA DE DEFENSA 326
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