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REVISTA GENERAL DE MARINA MARZO 2015

TEMAS GENERALES solicitar un puerto de refugio, pues, en este caso, las obras correrían por cuenta del Estado y la aprobación llegaría antes. En efecto, en la Ley del 27 de abril de 1882, el Puerto de Refugio de La Luz se incluyó entre los de esta índole (2). El proyecto del Puerto de Refugio de La Luz fue redactado por el ingeniero Juan León y Castillo en 1881 y aprobado por Real Orden de 3 marzo de 1882. Las obras comenzaron el 26 de marzo de 1883, y la entrega oficial tuvo lugar el 11 de agosto de 1902 (3). Antecedentes históricos La idea de construir una base naval en 1940 en Canarias fue consecuencia de un largo proceso, en el que hubo dos etapas: la primera, centrada en la demanda de una estación de torpederos, y la segunda, a partir de la Primera Guerra Mundial, en torno a la construcción de una base de submarinos. Durante la primera etapa, ya en 1880, el oficial auxiliar del Archivo Central de Marina, José María Romero y Salas, se quejó de la ausencia de una estación naval en Canarias. También denunciaba el decrépito estado de los buques de guerra, consecuencia de una lenta construcción, la falta de reflexión a la hora de elegir los modelos adecuados y la ausencia de un presupuesto fijo. Entre las soluciones que proponía se incluía la asignación de dos cruceros para Canarias (4). A finales del siglo, se reavivó el temor de un ataque al archipiélago. El Puerto de la Luz estaba en construcción y su importancia era tal que hizo que la Marina se interesase por su defensa; de hecho, el 23 de mayo de 1893, el vicealmirante Pasquín, ministro de Marina, afirmó en el Senado que sería deseable erigir una estación de torpederos en dicho puerto; pero las gestiones realizadas con tal fin entre 1894-95 fueron infructuosas. La cuestión fue retomada en plena guerra con Estados Unidos, aunque al respecto no se hizo más que crear la 1.ª División de Torpederos de Canarias, aprovechando los tres decrépitos buques de esta clase —Azor, Ariete y Rayo— que Cervera había dejado allí antes de partir hacia Cuba (5). La derrota de 1898 en Santiago de Cuba reavivó la necesidad de contar con un puerto en Canarias cuya defensa no podía reducirse a la proporcionada por el Ejército. En esa época existió un temor generalizado de un ataque nortea- (2) PÉREZ GARCÍA, José Miguel: www.mgar.net/lpm.htm, pp. 3-4. (3) GARCÍA, Pancho: www.mgar.net/lpm.htm, p. 3. (4) ROMERO Y SALAS, José María: La Marina Militar en España. 1880, pp. 187-198. (5) MÁRQUEZ QUEVEDO, Javier: Canarias en la crisis finisecular española (1890-1907): del desastre ultramarino a la garantía de seguridad exterior. Tesis doctoral presentada en ULPGC, enero de 2004, pp. 319-324 y 423-425. 2015 199


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