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REVISTA ESPAÑOLA DE DEFENSA Nº 319

(«Los creyentes, los judíos, los cristianos, los sabeos, quienes creen en Dios y en el último día y obran bien, esos tienen su recompensa junto a su Señor. No tienen que temer y no estarán tristes», 2:62). Con esta manipulación deliberada de la palabra infiel Daesh pretende justificar su limpieza religiosa. Pero infiel únicamente sería aquel que además de no creer en la revelación divina actúa activamente contra ella. Según el Sagrado Corán el infiel no se salvará del fuego de la Ghena que le espera en el infierno. En muchas aleyas se hace referencia a los castigos que sufrirán. Sin embargo, el castigo no será dado por los hombres, si no por Dios («… Dios castiga severamente…», 3:11) («A quienes no crean, ni su hacienda ni sus hijos les servirán de nada frente a Dios», 3:116). La salvación para los infieles sería la de convertirse al Islam. Las conversiones están permitidas para todos aquellos que lo deseen, pero solo de una forma totalmente libre, sin ningún tipo de coacción. Todo ocurre porque Dios lo quiere, por lo que si Él quisiese todo el mundo creería («Si tu Señor hubiera querido, todos los habitantes de la tierra, absolutamente todos, habrían creído», 10:99). Por lo tanto, las conversiones forzosas que Daesh pretende no se sostienen desde el punto de vista coránico. Los musulmanes pueden divulgar la revelación divina advirtiendo las consecuencias de los malos actos de esta vida, de las consecuencias de ser un infiel y de atacar al Islam, pero ni el propio Mahoma podría haber convertido a quien no hubiese querido. («La verdad viene de nuestro Señor. ¡Que crea quien quiera y quien no, que no crea!», 18:29). EL TRATO A LA MUJER En los intentos de Daesh por reclutar nuevos miembros no se hace distinción entre hombres y mujeres. Las mujeres son atraídas con las promesas de formar parte de un nueva sociedad donde serán respetadas y encontrarán oportunidades como la de formar una familia. La imagen heroica del muyahidin atrae a jóvenes adolescentes desde muchas partes del mundo. Daesh se ha encontrado con el problema de que muchos territorios que han conquistado se encuentran despoblados; la población ha huido para salvar Mohamed Messara/EFE sus vidas, por lo que este territorio tiene que ser repoblado. Los combatientes acabarán estableciéndose en estas áreas, pero es necesario aumentar el número de mujeres para asegurar la sucesión. La realidad es que muchas mujeres son obligadas a casarse con muyahidines nada más llegar a las áreas controladas por los fundamentalistas. Otras, sin embargo, son simplemente utilizadas como juguetes sexuales para el disfrute del hombre cuando éste no se encuentra en el frente. A ojos de Occidente el concepto de matrimonio en el mundo musulmán se nos hace extraño, empezando por la posibilidad de que un hombre pueda contraer matrimonio hasta con cuatro mujeres. En el Islam el matrimonio no es algo sagrado, es un contrato entre las partes, donde ambas deben de estar de acuerdo («¡Creyentes!, no es licito recibir a mujeres en herencia contra su voluntad… comportaos con ellas como es debido», 4:19) («Os está permitido todas las otras mujeres… con intención de casaros, no de fornicar», 4:24). En el Islam el divorcio se encuentra permitido, aunque socialmente no está bien visto y algunos países lo tienen prohibido si el hombre no es el que lo solicita. En el Corán se recomienda que se llegue a la reconciliación antes que a la ruptura, pero si esta no llega el matrimonio puede finalizar. De hecho, en la tradición musulmana si la mujer decía a su marido en público tres veces seguidas «te repudio» el matrimonio se consideraba acabado. Como las relaciones sexuales fuera del matrimonio se encuentran prohibidas, y deben ser castigadas con cien latigazos, tanto para el hombre como a la mujer, Daesh casa a sus fundamentalistas con las mujeres el tiempo necesario para mantener relaciones, una vez acabadas también acaba el matrimonio. Sin embargo, el fin del matrimonio es tan sólo el de la procreación, por lo tanto, una vez más, Daesh interpreta a su manera las enseñanzas del Corán. LA PROMESA DEL PARAISO Una práctica recurrente por multitud de grupos terroristas de índole yihadista es la utilización de suicidas. Es un método muy eficaz 54 Revista Española de Defensa Julio-Agosto 2015


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