Page 61

REVISTA ESPAÑOLA DE DEFENSA Nº 319

cultura «EL QUIJOTE y las Reales Ordenanzas» General de división Francisco Ramos, doctor en Historia CERVANTES estaba orgulloso de su condición militar y este espíritu se respira en las páginas de El Quijote hasta el punto de que son los recuerdos militares los que manifiestan la más honda compenetración de vida y literatura. Don Quijote, que abandona la aldea para ayudar al débil, consolar al desgraciado y restaurar la justicia, escoge la profesión de las armas para alcanzar la virtud y hace de su pretendida identidad caballeresca, alzada sobre el Milicia, al tiempo que reconoce la importancia de la cohesión y la disciplina como base de la más alta virtud, el heroísmo, que hace que los hombres de armas sean capaces de luchar hasta morir si es necesario. Valores absolutamente tiéndolas a la consecución de un supremo bien: la paz. Y, las Reales Ordenanzas castrenses lo expresan así: «El militar dará primacía a los principios éticos que responden a una exigencia de la que hará norma de vida. De esta forma contribuirá a la fortaleza de las Fuerzas Armadas, garantía de paz y seguridad». Don Quijote afirma que las armas «tienen por objeto y fin la paz, que es el mayor bien que los hombres pueden desear en esta vida (…) esta paz es el verdadero fin de la guerra». eficaz para evitarla. Su fortaleza material y espiritual es garantía de paz y seguridad». Para don Quijote, un buen soldado debe estar dispuesto a perder la vida, si preciso fuere, no para alcanzar la fama del caballero andante, sino para alcanzar solidaria y disciplinadamente el más preciado bien colectivo y social: la paz. El hidalgo cree que el servicio de las armas es una escuela de valor, sacrificio, principios y conocimiento, que eleva al individuo y es la más noble actividad a la que uno se puede dedicar Detalle del cuadro el Discurso de las Armas y las Letras, dedicado al conocido pasaje de la obra culmen de la Literatura española. hábil pilar de la Literatura, un ejercicio de incansable Milicia. Virtud es sinónimo de fuerza, vigor, valor… implica integridad de ánimo y bondad de vida, y es la disposición constante para actuar conforme a la ley moral. En el Discurso de las Armas y las Letras, Cervantes pone en boca de don Quijote una brillante disertación sobre la preparación intelectual, el sacrificio, la abnegación, el espíritu de servicio, la generosidad y el valor inherentes a la vigentes hoy y que están recogidos en las sucesivas Reales Ordenanzas. Los párrafos del discurso contienen de forma implícita una referencia a una concepción colectiva y solidaria de los ejércitos como organizaciones jerarquizadas y disciplinadas. Sobre ellos, Cervantes transfiere las virtudes que adornan al que se entrega al servicio de las armas, al caballero andante, pero some- Caballeros y soldados, dice el ingenioso hidalgo, «somos ministros de Dios en la tierra y brazos por quien se ejecuta en ella la justicia». Manifestación explícita de la necesidad de la fuerza armada como instrumento indispensable para alcanzar la paz fruto de la justicia, lo que las Reales Ordenanzas recogen de la forma siguiente: «Los ejércitos estarán constantemente dispuestos para afrontar situaciones de guerra, persuadidos de que son un medio por cuanto tiene como misión la defensa de «la libertad, uno de los más preciosos dones que a los hombres dieron los cielos». VOLUNTAD DE VENCER Alonso de Quijano no logra ser el héroe al que aspira, pero no se da por vencido. Cervantes da otra gran lección de moral militar: la voluntad de vencer como principio básico. Sin él no hay posibilidad de victoria. «El militar actuará siempre con inquebrantable voluntad de vencer», dictan las ordenanzas. Durante la lectura militar de El Quijote se advierte que, cuando asume el papel de caballero andante o piensa y se expresa como soldado, el hidalgo siempre lo hace por los demás. Crea Hélène Gicquel así un código deontológico que expone los principios éticos y normas de comportamiento de quien se entrega al servicio de las armas, lo que sistematizarán de forma similar las Reales Ordenanzas siglos después. Estos principios, virtudes y valores están sustentados en la ley natural y la recta razón, por lo que son universales, permanentes y duraderos y no son privativos de los soldados y de la Milicia, sino de todo ciudadano de bien. El IHYCM dedica un ciclo de conferencias al IV centenario de la publicación de la segunda parte del ingenioso hidalgo Julio-Agosto 2015 Revista Española de Defensa 61


REVISTA ESPAÑOLA DE DEFENSA Nº 319
To see the actual publication please follow the link above