A modo de conclusión Los artefactos explosivos improvisados (IED) se encuentran en todos los conflictos actuales y, por desgracia, los atentados con ellos se han instalados en nuestras sociedades para no irse. Los IED son un arma utilizada por todo tipo de redes criminales, insurgentes o terroristas, ya que resultan baratos, sus componentes se encuentran fácilmente en el mercado (muchos de uso dual y de venta legítima) y en teatros de operaciones (donde quedan grandes cantidades de restos de explosivos y municiones pendientes de ser neutralizados y retirados), son fáciles de construir (ya sea por lo fácil de acceder a la información en Internet o por la gran disponibilidad de expertos combatientes), resultan letales y producen un efecto mediático y de terror en nuestras sociedades realmente efectivo para los fines terroristas. Incluso cualquier desequilibrado mental puede fácilmente atentar y/o provocar terror con un IED. Esto, unido a la constante evolución en el diseño y la tecnología empleada en estos artefactos (cuyo único límite es el ingenio del terrorista) y en la adaptación de los procedimientos de su empleo, hace necesario que la capacidad contra IED en nuestras Fuerzas Armadas se institucionalice orgánica, doctrinal y materialmente, y se adapte a la situación de forma que esté en todo momento en las mejores condiciones para hacer frente a la amenaza IED del momento. El primer elemento que siempre se acomete, quizás por ser el más apremiante y de efecto inmediato en la vida de nuestro personal, es la protección de la fuerza. Hay que continuar, y en lo posible mejorar, lo conseguido con la experiencia de Afganistán. Sistemas de protección de convoyes y de bases desplegadas, inhibidores que funcionen de forma más simple y con cobertura completa sin afectar al resto de sistemas electrónicos, detectores cada vez más avanzados y sensibles, vehículos con el adecuado equilibrio entre protección y movilidad (siempre tan difícil de acordar) y lo más importante, el entrenamiento de nuestras fuerzas y la preparación de nuestros cuadros de mando en aplicar de forma 100 REVISTA EJÉRCITO • N. 905 SEPTIEMBRE • 2016 correcta tácticas y procedimientos adecuados a la amenaza correctamente analizada por nuestros expertos. Pero siendo importante la protección directa de la fuerza, no hay mayor protección que la de desarticular las redes que posibilitan los atentados con IED. Sin acometer este «pilar» de la lucha contra los IED, cualquier medida defensiva de protección de la fuerza será, más pronto que tarde, superada por el ingenio de los terroristas. Este concepto de «ataque a redes», o cualquier otro nombre que se le quiera dar para que parezca menos «agresivo», es un área que deben desarrollar nuestras Fuerzas Armadas, al contrario de lo que ocurre en las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado, en las que desde hace años es el trabajo prioritario para acabar con las amenazas. Los terroristas que actúan hoy en una zona de operaciones pueden estar mañana atentando contra nuestra población en territorio nacional; y si no es el terrorista mismo, serán las tácticas, técnicas y procedimientos usados. Por ello es fundamental un enfoque multinacional e interinstitucional donde el intercambio de información entre todos los actores que intervienen, en especial las Fuerzas Armadas, las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado y los servicios de información, nacionales y multinacionales, es clave para una eficaz lucha contra las redes terroristas que hacen posible los atentados. Es necesario disponer de la mayor cooperación internacional e interagencias posible que permita dar coherencia a la acción de nuestras fuerzas en zonas de operaciones y agencias en territorio nacional, que se enfrentan a esta amenaza. Hay un trabajo que hacer para alcanzar cierto grado de concienciación, en especial en los comandantes operacionales y sus homólogos de las fuerzas y cuerpos de seguridad y agencias de inteligencia. Pero si esto es demasiado ambicioso debido a la reticencia que aún hoy día subsiste entre agencias y naciones, al menos se debe buscar la convergencia o coherencia de
EJERCITO DE TIERRA SEPTIEMBRE 2016
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