Page 109

EJERCITO DE TIERRA SEPTIEMBRE 2016

REVISTA EJÉRCITO • N. 905 SEPTIEMBRE • 2016  109  SECCIONES FIJAS y aceptar la muerte como castigo. Y así lo hizo, y salvó solo a una decena de hombres que se identificaron como católicos, a quienes perdonó la vida y llevó a San Agustín. Pocos días después los indios regresaron con nueva información, asegurando que el grupo era mucho mayor, de manera que para Menéndez no podía ser otro que Ribault y sus hombres, a quienes esperaba con ansia. Partió con 150 hombres y los distribuyó de tal manera que los franceses no pudieron calcular su número. Efectivamente, en ese otro grupo de náufragos se encontraba Ribault con 300 hombres. Agotado tras el naufragio, pidió parlamento y solicitó barcos para volver a Fort Caroline. Menéndez accedió al parlamento y le relató los pormenores de la nueva situación, inverosímil para el francés, que pide pruebas de tales hechos. Las tumbas de sus compatriotas hablaban por sí solas. Sorprendido y consciente de su final y el de sus hombres, intentó sobornar a Menéndez, quien rehusó categóricamente, dejando claro que solo aceptaría la rendición absoluta, y le permitió descansar esa noche para que meditase y tomara una decisión al respecto. A la mañana siguiente la mitad de sus hombres, unos 150, habían desertado, y al resto, incluido Ribault, se les juzgó de la misma manera que a sus compatriotas ya ejecutados. GOBERNADOR DE CUBA Y CONSEJERO DEL REY Una vez eliminado el conflicto francés, Menéndez tendría que hacer frente a un problema no menos importante. Los colonos españoles estaban empezando a sublevarse, porque la comida era escasa y el dinero no siempre llegaba con puntualidad. Ante esta situación decidió marchar a Cuba para solicitar ayuda y, tras varias negativas del gobernador García Osorio, decidió poner rumbo a España y hablar personalmente con Felipe II. Una vez en palacio, explicó a su Majestad la delicada situación económica y social, más la negativa del gobernador de Cuba a prestar ayuda alegando que los problemas de La Florida no eran los problemas de Cuba. En consecuencia, sugirió al rey la conveniencia de unificar el mando de la zona del golfo de México y delegar todos los poderes en una solo persona. Visto el tremendo éxito en la empresa de La Florida, Felipe II accedió a la petición de Menéndez y lo nombró gobernador de Cuba en 1567, con la orden de apresar a García Osorio y devolverlo a España para que fuera juzgado. Pedro Menéndez ejercerá el mando de la zona hasta 1574, momento en el que será reclamado por Felipe II para otros menesteres. De vuelta en España fue nombrado consejero de Indias del Rey, pero los motivos de su llamamiento eran otros. La situación en los Países Bajos era muy delicada y cuando Felipe II vio peligrar su imperio europeo de nuevo pensó en Menéndez. Así pues, el 10 de febrero de 1574 le designó capitán general de la flota, quien acudió en ayuda de Requesens y aseguró el canal de la Mancha con vistas a una futura invasión de Inglaterra. Todo el reino estaba inmerso en la preparación de la flota más grande hasta el momento, con más de 150 navíos y casi 30.000 hombres. El 8 de septiembre le entregaron los poderes y el estandarte real como capitán general de la Armada, que se llamó La Grande y Felicísima Armada, pero murió días después, el 14 de septiembre, siendo su nombre y su casa de Avilés la única herencia que legó a sus descendientes. Atrás quedaba la fundación de San Agustín, la ciudad permanente más antigua de lo que hoy son los Estados Unidos. Hoy, delante de su ayuntamiento, hay una estatua del marino y militar español, y a menudo se puede ver ondear allí la bandera blanca con la cruz de Borgoña, la de San Andrés. En su tierra natal, Avilés, una estatua de bronce le rinde memoria y se puede ver una placa que reza: «A Pedro Menéndez de Avilés, 1519-1574, Caballero del Hábito de Santiago, Capitán General del Mar Océano, Adelantado y Conquistador de La Florida, donde fundó la ciudad de San Agustín en el año de 1565. Modelo de caballeros y patriotas, su pueblo y la Patria agradecidos le consagran este recuerdo. Año 1917». BIBLIOGRAFÍA −− Barrientos, B.: Vida y Hechos de Pedro Menéndez de Avilés. University of Florida Press; 1965. −− Sainz Sastre, M.A.: La Florida en el siglo XVI. Exploración y colonización. T.F. Editores; 2014.


EJERCITO DE TIERRA SEPTIEMBRE 2016
To see the actual publication please follow the link above