Operaciones REVISTA EJÉRCITO • N. 905 SEPTIEMBRE • 2016 33 grandes estrategas, no supieron ver que esta capacidad de cambio brusco del terreno por motivo de las grandes variaciones en las condiciones climáticas pudiera ser la causa de las mayores derrotas de sus vidas y contiendas, y que además se convertirían en el preludio de su decadencia absoluta. Los grandes y bruscos cambios en el terreno no solo se producen por efectos de la aparición inopinada de fenómenos naturales como el frío, el calor, la lluvia torrencial, los huracanes o las fuertes nevadas. En algunas ocasiones se pueden producir debido al efecto de la mano del hombre, al llevar a cabo acciones determinantes como la voladura o toma de puentes estratégicos sobre ríos infranqueables, la ocupación de importantes presas hidráulicas para cortar el suministro de agua o electricidad a grandes zonas, o la famosa inundación parcial de Holanda en el invierno de 1944 cuando el ejército alemán, en plena retirada, destruyó una parte importante de los diques y puentes holandeses para inundar dicho país el máximo posible e impedir así el avance de tropas aliadas, lo que ocasionó además una tremenda hambruna entre la población civil y obligó a retraer víveres y enseres a las tropas aliadas, con las consiguientes repercusiones en su maniobra. El estudio del terreno debe ser mucho más amplio de lo que a simple vista podría entenderse. Se debe realizar desde la perspectiva de su uso y de su posible transformación tanto por las fuerzas propias como por las enemigas y nunca debe ceñirse a periodos cortos de tiempo. Por muy bien que las campañas se den inicialmente, nunca se está seguro de que estas acaben en el periodo de tiempo previsto. Aunque estas se hayan realizado con un gran éxito inicial, debemos ser plenamente conscientes de los cambios que se pueden producir en el terreno, sobre todo siempre que nuestra presencia o movimientos se prolonguen en el tiempo. Es sobre el enemigo donde mejor podemos entender el concepto de resiliencia. La moral y capacidad de sus mandos y de su pueblo en la retaguardia son cualidades que hay que estudiar con todo tipo de detalle. Hace tiempo que los elementos de inteligencia se fijan en ello con mucho cuidado. El análisis de las lecciones aprendidas sobre sus actuaciones pasadas es una herramienta muy útil para la determinación de posibles reacciones por su parte. El grado de instrucción, experiencia o bisoñez y el adiestramiento de sus tropas, el tiempo que llevan sobre el teatro de combate, su moral y espíritu de lucha, así como el manejo de las posibilidades y el conocimiento que les ofrece su propio terreno pueden hacer muy difíciles, e incluso imposibles, algunos planeamientos que, a simple vista, podrían ser los más aconsejables. No hay que dejar fuera de lugar todas las posibilidades sobre las diferencias en las tácticas, técnicas y procedimientos del enemigo ni el grado de formación y experiencia de sus jefes principales, así como sus reacciones habituales y huir de dejarse caer en la autocomplacencia tras las victorias iniciales propias cuando estas ocurran. Conocer todas estas características y cualidades en detalle es sustancial para estar en condiciones de poder adelantarse a las acciones o reacciones del contrario en el tiempo, modo y manera más conveniente. Baste con recordar en este punto la reacción alemana en la conocida como la «batalla de la Ardenas» durante la Segunda Guerra Mundial, cuando los aliados corrían hacia Berlín en el pleno convencimiento de una fácil victoria y que no había frente a ellos una fuerza suficiente para poner en peligro su imponente aunque incipiente despliegue. En este caso, la conjunción de una estrategia y decisión acertada, un potente material casi no empleado hasta el momento, un terreno despreciado fatalmente por los aliados y por segunda vez al ser considerado como poco favorable al tránsito de unidades acorazadas y unas condiciones climáticas muy favorecedoras para los alemanes pudieron llegar a ser la causa de una segunda derrota aliada del tipo de la que sufrieron en Dunkerque al principio de la contienda. Gran parte del éxito obtenido hasta la fecha por el ya mencionado Estado Islámico se debe a su gran capacidad de resiliencia. Llevamos años combatiéndolo con todo tipo y profusión de medios sofisticados y muy superiores a los empleados por ellos aunque, a fuerza de ser
EJERCITO DE TIERRA SEPTIEMBRE 2016
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