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EJERCITO DE TIERRA SEPTIEMBRE 2016

Es de gran importancia el apoyo a países aliados para que desarrollen su propia capacidad C-IED integra y articula herramientas que las fuerzas y cuerpos de seguridad emplean habitualmente, y se enmarca en la lucha más amplia contra formas graves de delincuencia. Las agencias de inteligencia aportan información vital para este enfoque, por lo que conviene que lo tengan en cuenta en sus labores de obtención de información y producción de inteligencia. Para adoptar un enfoque integral, la experiencia dicta la necesidad de implantar mecanismos de coordinación junto con procedimientos de intercambio de información que permitan actuar de manera complementaria. En un escenario ideal, todos los actores implicados deberían desarrollar un sistema de análisis de situación (y de amenazas) compartido, definir una visión estratégica común que vincule las dimensiones exterior e interior de la seguridad, movilizar las diversas capacidades disponibles, establecer y emplear los mecanismos de coordinación ya mencionados y compartir información basándose en la necesidad de compartir (need to share) más que en la necesidad de conocer (need to know). En la realidad, habrá que adaptar este esquema ideal a lo que sea posible llevar a cabo en cada situación. 96  REVISTA EJÉRCITO • N. 905 SEPTIEMBRE • 2016 NECESIDAD DE OPTIMIZAR LAS CAPACIDADES EXISTENTES En línea con lo expuesto hasta ahora, cabe preguntarse qué tipo de capacidades son importantes para articular un enfoque integrado. Conviene advertir que en la mayoría de las ocasiones no será necesario desarrollar muchas capacidades nuevas, sino emplear las existentes de modo que contribuyan mejor a los objetivos de interés general. Por ello, normalmente cada actor (fuerzas en operaciones, fuerzas de seguridad nacionales o del país anfitrión, organismos internacionales…) actuará dentro de su campo competencial y con las capacidades de que dispone, pero debería emplearlas de manera coherente con otros actores y complementando la acción de estos. Para ello, lo primero que conviene desarrollar es conciencia entre los diversos actores en dos planos: concienciación sobre la situación y la amenaza, y conocimiento de las responsabilidades y capacidades del resto de actores. La toma de conciencia sobre la situación (situational awareness) y el conocimiento sobre la amenaza permitirán adoptar las soluciones necesarias para enfrentarse a esta. Convendrá disponer por tanto


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