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MEMORIAL INGENIEROS 92

JULIO 2014 71 Cada construcción normalizada tenía un manual que contenía las especificaciones téc-nicas para su edificación. El manual no contenía solamente los planos detallados sino los requerimientos de material, el sistema de ventilación, calefacción, incluso mostraba una ilustración de cómo se tenía que colocar la tierra contra la construcción para inte-grarla en el terreno circundante. Además, se mostraban los datos técnicos del arma-mento, sectores de tiro y alcances. Estos manuales eran las guías con las que los ingenieros de fortificación trabajaban. En vista del número de diseños que aparecían en diferentes fases, estos manuales de-bían de ser gruesos y pesados, teniendo en cuenta que tenían que estar actualizados por el responsable de dicho trabajo. Las estructuras levantadas en un emplazamiento determinado lo hacían siguiendo inevitablemente lo que el manual actualizado de los constructores indicase. Es por lo que las diferencias entre manuales llevaban a las dife-rencias entre diseños en una misma localización. Conclusiones Se ha visto hasta ahora la evolución cronológica de las distintas series de fortificaciones que formaron parte del muro atlántico, para analizar posteriormente su construcción y tipología. Resumiendo lo expuesto anteriormente, a mediados de 1944 había cerca de 700 dise-ños normalizados. Algunos de ellos databan de finales de los años 30 y muchos de ellos fueron reemplazados por mejoras posteriores de tal forma que en un momento dado solo se estaban construyendo unos pocos modelos. Sin embargo, un número tan eleva-do de diseños estandarizados indica una falta de confianza y un exceso de burocracia. Pocos modelos duraban más de un año antes de ser sustituidos por otros; es incluso cuestionable si tales cambios eran de hecho mejoras o eran meros cambios aleatorios. Lo cierto es que algunos de los últimos modelos fueron introducidos para simplificar la construcción y economizar materiales. Algunos de los últimos tipos pueden haber sido construidos debido al desconocimiento de la existencia de otros modelos ya existentes que cumplían con la misma función. Durante la construcción del muro atlántico las tres armas emplearon en infinidad de ocasiones diseños distintos para realizar la misma tarea. En muchas ocasiones, como por ejemplo en las baterías costeras, no había apenas diferencias entre los modelos del Heer y de la Kriegsmarine o mejor dicho entre ninguno de ellos, lo cual nos lleva a la pre-gunta de ¿por qué hubo tantos diseños y por qué no utilizaron ambas armas los mismos tipos en lugar de adoptar sus propios modelos? Esto pudo ser debido a la estructura extremadamente singular y faccionaria de la Alemania nazi; uno de los principios bási-cos de la estructura del Tercer Reich era que ni una solo organización ejerciese el con-trol total sobre cualquier actividad o función particular del Estado. Lo cual degeneró en una lucha interna entre cada arma, complicando la construcción de las fortificaciones debido a la falta de un mecanismo de cooperación entre las mismas. Ya en fechas tan tempranas como 1930, cada uno había establecido sus propios con-tactos con los industriales para el suministro de equipos, y estas líneas independientes de abastecimientos competían unas con otras, y al deteriorarse la situación bélica ale-mana, estas generalmente crecían en cantidad y severidad, en vez de ser eliminadas; a menudo un arma «requisaba» un envío entero de cemento para su propio resultado sin tener en cuenta las necesidades del resto de las armas.26 26  Handbook of the Organization Todt. MIRS, Londres, marzo de 1945, p. 43.


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