Page 17

LA LEGION 520

Actividades << 15 LA GUERRA DE MARGALLO (1893) Mientras se desarrollaban los trabajos de construcción del fuerte Sidi Guariach, el 3 de octubre de 1893 los marroquíes hostilizaron a los soldados españoles en los alrededores de Melilla. Los combates se alargaron durante todo el día, sufriendo los españoles veinte muertos. Un posterior ataque contra las murallas fue rechazado pero el castigo de la artillería impactó contra una mezquita provocando la rebelión entre las gentes de Marruecos. Las acciones bélicas continuaron mientras que llegaban combatientes de todo Marruecos para unirse a la acción. Durante las semanas siguientes la lucha se centró en los fuertes de Camellos y San Lorenzo, hasta que fueron destruidos. El Gobernador de Melilla, general Juan García Margallo envió un nuevo contingente y trabajadores para cavar trincheras en los fuertes de Cabrerizas y Rostro Gordo, más próximos a la ciudad. El 27 de octubre nueve mil cabileños atacaron los fuertes de Melilla. El gobernador instaló su puesto de mando en Cabrerizas Altas. A las nueve de la mañana del día siguiente, salió un convoy de la ciudad para reforzar la línea exterior y proporcionar suministros. Al acercarse a Cabrerizas fue duramente atacado obligando al gobernador a actuar. El día 28 el general Margallo organizó un contraataque destinado a recuperar las fortificaciones. Al frente de sus tropas se enfrentó a los rifeños mientras estos recibían nuevos refuerzos. Margallo con arrojo, valor y amor patrio, ordenó cargar contra las trincheras rifeñas diciendo: “Hay que morir para salvar el honor”. El general fue alcanzado por las balas rifeñas y las fuerzas españolas fueron rechazadas con importantes bajas. Ante esta situación las tropas se refugiaron en la ciudad. En aquella acción destacó el teniente Miguel Primo de Rivera, que mas tarde recibiría la Cruz Laureada de San Fernando. Las bajas de aquel día ascendieron a 70 muertos, incluido el gobernador, y 122 heridos. La llegada de nuevas tropas españolas para controlar la situación y reconstruir las defensas de la plaza propició que en abril de 1894, Martínez Campos negociase la paz con el sultán de Marruecos. El ministro de Fomento quiso recorrer los lugares donde luchó su abuelo, el general Margallo.


LA LEGION 520
To see the actual publication please follow the link above