0.3 101.2 QQdQidQQQQQolución y QQncQdoQQ, sumando un total de FFF cañones, la mayor parte de cnima lisa y algunos rayadosF Este nhmero quedaba casi reducido a la mitad a la hora de abrir Fuego, ya que casi todos los cañones estaban montados por las bandasF F demcs su eFectividad se veea muy reducida al compararlos con los de tierra, por los balanceos y cabezadas de los barcosF Fos demcs barcos de la escuadra eran trasportes en los que se encontraban enFermos, prisioneros chileF nos y reFugiados españoles que habean salido del PerhF Tambidn estaban FondeF ados barcos de escuadras neutrales de los Estados Unidos, Gran F retaña y FranciaF En el F allao, sus deFensas habean sido reForzadas convirtiendo la ciudad en una autdntica plaza Fuerte con cuatro batereas en el norte, una sola en el puerF to y siete en el surF Su nhmero de cañoF nes variaba seghn las versiones españoF la y peruana, que eran de FF y de FF respectivamenteF Entre sus cañones destacaban los QlQkQly y QQmQQQongF Eran grandes piezas rayadas de avanF carga de gran poder destructivo pero con el inconveniente de su ritmo lento de FuegoF Fas dos torres de los QQmQQQong, de FFF libras eran giratorias, protegidas por los laterales con un blindaje de hierro de unos FF cm y elevadas sobre una base, que si bien las hacea muy visiF bles, les daba sin embargo un buen campo de tiroF No tenean protección por la parte superior, quedando sus servicios exteF riores de municionamiento totalmente desprotegidosF Fos peruanos contaban con cinco vapores armados y tenean desplegados en tierra tres brigadas con su armamenF to y preparadas para rechazar un posiF ble desembarcoF Tambidn contaban con la F aballerea Formada por dos regimienF tosF F todo ello hay que añadir un campo minado Frente a la baterea sur, con unas FF minas, aunque no se sabe con exactiF tud cómo eranF F on todo ello, en la mente de los españoles, sobre todo, estaba la vieja mcxima que deceaF «Un cañón en tierra vale por diez en la mar»F No obstante, Mdndez Nhñez y toda su Plana Mayor no dudaron en entrar en combate, pese a que el dea F de mayo llegaron al F omandante de la escuadra órdenes de Finalizar la campaña y regreF sar a España, transmitidas a travds de despachos del gobierno llevados por el alFdrez de naveo Flvarez de Toledo y con Fecha de FF de marzo, anterior al bombardeo de Valparaeso, por lo que Mdndez Nhñez las dio por no recibidas hasta despuds del bombardeo previsto para el dea siguiente, dicidndole al emisarioF «Usted no ha llegado todavea, llegarc pasado mañana»F Sabea que, por los retrasos en las comunicaciones, con Frecuencia las órdenes eran impracticables y en su Fuero interno juzgó que suspender el ataque serea como darles la razón a los peruanos, que opinaban que los espaF ñoles solo sabean apresar mercantes desarmados y atacar ciudades paceFicas e indeFensasF Se inició alrededor de las FF horas de la mañana del F de mayoF Fa escuaF drilla peruana inició una salida, que Fue Frenada de golpe, y los demcs vapores y botes torpederos permanecieron en puerto durante el resto del bombardeoF F e acuerdo con las órdenes recibidas, nuestros barcos trataron de acercarse a la orilla lo mcs posible, pese al peligro que ello entrañabaF Fa QlQncQ, dado su menor calado, llegó a estar a FFF metros de los deFensores, y Fue posiblemente una granada de ese barco la que sobre las FF horas alcanzó la deFensa principal de la «Torre Fa Merced» rebotando el proyectil en uno de sus cañones, yendo a caer sobre sacos de pólvora que explotaron, y la torre voló desmontando BIP UortaUeUa UeaU UeUipe. UomUardeo.
Boletin Informativo para personal de la Armada 149
To see the actual publication please follow the link above