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EJERCITO DE TIERRA ESPAÑOL JUNIO 2016

El Flyboard está a caballo entre la ficción y la realidad y de la misma forma que es un sistema que da multitud de opciones al atacante, representa un sinfín de temores si se ve desde el punto de vista del defensor. De entrada, y sin llegar a escenarios de guerra, se podrían cuestionar la utilidad de los vallados perimetrales ante una amenaza que tiene la capacidad de poner individuos en el aire desde el otro lado del muro, como si se desplazaran con la mismísima alfombra mágica de Tangu. Los detalles sobre el sistema de propulsión son escasos aunque se sabrá con más detalle en cuanto la tabla se ponga a la venta que, según los fabricantes, se prevé para este año 2016. Además de la altitud de vuelo, que ya hemos citado anteriormente, puede alcanzar velocidades de más de 150 kilómetros por hora y volar El dispositivo logra el sueño de muchos que quieren volar poniéndose alas en los pies. Pero, ¡ojo!, hará falta mucho entrenamiento para lograr hacer surf en el aire sin caer a tierra porque de ser así, la primera caída puede ser también la última. («Imagine if This Guy on a Hover Board Was a Soldier on a Battlefield» en www.defensetec.com) R.I.R. SECCIONES FIJAS durante 10 minutos. REVISTA EJÉRCITO • N. 903 JUNIO • 2016  121  hacia las familias que experimentan problemas, especialmente durante la fase posterior al despliegue, hasta el apoyo a la mejora de las relaciones familiares también tras el despliegue con programas que faciliten la comunicación entre y dentro de las familias para así favorecer la integración. Y como colofón, el artículo propugna qué nuevas teorías, medidas y análisis sobre las experiencias de los despliegues en misiones exteriores, deben ser desarrollados para explicar las complejidades de los resultados. («The Deployment Life Study» en www.rand.org) PATINANDO POR LOS CIELOS Una firma francesa ha hecho público su nuevo producto denominado Flyboard Air que no es ni más ni menos, pero más bien más, una plataforma volante del tamaño de un monopatín que alcanza una altura de unos 3.000 metros y que podría tener enormes aplicaciones militares. Quizás las fuerzas aerotransportadas podrían intervenir no sólo saltando desde el aire sino también saltando al aire. O los marines podrían llegar a puntos mar adentro desde embarcaciones cerca de la costa, o viceversa. Y un soldado subir desde la acera a la azotea de un edificio. O un grupo de operaciones especiales hacer una infiltración. Y así un largo etcétera. La tabla voladora todavía está en fase de pruebas y se parece al dispositivo que algunos utilizan para hacer acrobacias sobre el agua a través de un tubo flexible y un potente chorro de agua pero, en este caso, sin tubo ni chorro de agua, sino completamente autónomo e independiente.


EJERCITO DE TIERRA ESPAÑOL JUNIO 2016
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