Seguridad y Defensa REVISTA EJÉRCITO • N. 900 ABRIL • 2016 9 una alternativa real (De Mico, 2014: 31). En cuanto a Argelia, el país cuenta ya con las interconexiones necesarias para aumentar su capacidad de exportación hacia la UE y ser, por tanto, considerada como una opción viable. No obstante, este país presenta los mismos riesgos de ataques terroristas que los otros dos países. Además, la presencia por ley de Sonatrach, la compañía gasística estatal, en todos los nuevos proyectos de explotación puede dañar la competitividad del mercado argelino y reducir la inversión extranjera (De Mico, 2014: 27-28). −−La tercera opción de diversificación la encarna Estados Unidos. La propia Comisión Europea, en su Estrategia Europea de Seguridad Energética, menciona la posibilidad de disfrutar del desarrollo del gas de esquisto estadounidense. La idea consiste en incluir la energía en el acuerdo sobre el TTIP para que la zona de libre intercambio permita a la UE importar el gas natural (GNL) de EE UU a un precio competitivo. Sin embargo, hay varios elementos que dificultan esta opción. En primer lugar, EEUU prefiere no dedicar un capítulo concreto a la energía en el TTIP y aborda la cuestión de forma más abstracta e informal. En segundo lugar, EEUU carece de las plantas e instalaciones de GNL necesarias para transportar una cantidad importante de gas a Europa. Finalmente, para poder vender el gas a la UE, EEUU debe encontrar la forma de esquivar o de amoldarse a una ley de 1938 que impide las exportaciones de gas cuando estas puedan afectar a la seguridad nacional (De Mico, 2014: 23-24; Dreyer, 2014). Como se puede ver tras este análisis, la UE tiene varias alternativas diferentes para diversificar los países de los que importa el gas. Algunas de entre ellas, como la opción de EE UU, Argelia o Azerbaiyán pueden resultar más prometedoras, sea por su estabilidad política o por su volumen de producción. Pese a ello, todas presentan varios inconvenientes significativos que restan viabilidad a estos países como reemplazo permanente de Rusia y que impiden a la UE liberarse de su esclavitud. NO INFRAESTRUCTURAS, NO DIVERSIFICACIÓN La segunda dimensión de la diversificación de fuentes de aprovisionamiento para la UE trata de, simplemente, tener la capacidad física para traer el gas desde las posibles alternativas que ya han sido analizadas. Es aquí donde los gaseoductos y las terminales regasificadoras juegan un papel crucial y, por tanto, son objeto del presente análisis. En su Estrategia Europea de Seguridad Energética, la Comisión Europea identifica dos vías de acción en el ámbito de las interconexiones: el desarrollo exterior, en concreto a través del Corredor Sur, y la mejora de las interconexiones intraeuropeas, tanto gaseoductos como terminales de GNL: Corredor Sur del gas
EJERCITO DE TIERRA ESPAÑOL 900
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