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REVISTA DE AERONAUTICA Y ASTRONAUTICA 852

exploración Orion incluso más allá de la Luna, como los asteroides o Marte. Ello requeriría una capacidad de carga útil de al menos 130 toneladas, para lo cual los ingenieros están preparando la versión Block II. Dado que ésta no tendrá que emplearse hasta los años 30, como mínimo, aún queda mucho tiempo para su definición exacta. Actualmente, se sabe que el vehículo será básicamente idéntico al Block- IB, pero sustituyendo sus aceleradores sólidos convencionales por otros avanzados. En función de si éstos siguen siendo sólidos o se construyen en base a un sistema de propulsión líquida, podrían proporcionar a la Block II una carga útil de 130 a 155 toneladas, mucho más potente pues que el viejo Saturn-V. Originalmente, los aceleradores avanzados debían entrar en servicio en la versión Block IA, ahora cancelada. Se calculó que la aceleración resultante sería excesiva para la tripulación de una nave Orion situada a bordo. Ahora se espera que se usen sólo en la Block II, pero sometiendo probablemente a un cierto rediseño a la etapa Core para solucionar los problemas de aceleración. La NASA abandonó su intención de seleccionar un diseño para los aceleradores avanzados en 2015, ya que no se utilizarán a corto plazo, pero si la agencia quiere ir a Marte con astronautas deberá llevar a cabo dicha elección antes o después. Las alternativas propuestas hasta ahora son varias. En cuanto a los aceleradores de propulsión líquida, se había considerado emplear motores rusos NK-33 (más bien su versión americana AJ-26) en su base, pero la pérdida de un cohete Antares durante el despegue por el fallo en uno de ellos ha hecho desestimar esta opción. Otra propuesta consiste en usar dos motores F-1B por acelerador. Los F-1 se usaron en la primera etapa del cohete Saturn-V, y podrían elevar la carga útil del SLS hasta las 155 toneladas. En cuanto a posibles aceleradores sólidos, mejoras en el propergol y en el peso de sus carcasas podrían llevar la carga útil del SLS hasta las 113 toneladas. También se ha hablado de una etapa superior nuclear, que reduciría el tiempo de viaje de una expedición tripulada a Marte de 9 meses a 3. Una misión de este tipo, sin embargo, requeriría de dos o más SLS Block II, ya que el vehículo marciano sería pesado y complejo, compuesto de un módulo habitáculo, la nave Orion, la etapa de propulsión nuclear, etc., todo lo cual sería ensamblado en órbita terrestre. En general, se puede decir que la NASA se halla en el camino correcto para disponer del cohete SLS dentro de unos años. Más complicado parece definir las misiones que podría llevar a cabo, más allá de las dos primeras ya previstas. Todo ello depende de la financiación disponible, y el tiempo que falta también permite aventurar que las cosas podrían aún cambiar mucho hasta entonces. MANOS A LA OBRA Mientras tanto, la agencia sigue trabajando con vistas a preparar a su primer cohete en las fechas esperadas. El Congreso aprobó un presupuesto para el programa en 2015 incluso más elevado que la cifra solicitada por la Casa Blanca, pero no está claro si la agencia “La NASA está desarrollando el SLS con vistas a poder enviar a su nave de exploración Orion” Ensayo de un motor RS-25 para el programa SLS y pruebas acústicas con un modelo en fase de lanzamiento. (Foto: NASA/David Olive) REVISTA DE AERONÁUTICA Y ASTRONÁUTICA / Abril 2016 335


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