das era la presentada por González Gil; el tercer puesto era una avioneta biplano de la empresa Hispano Suiza de Guadalajara; la cuarta y última avioneta, presentada por Julio Adaro. En el mes de julio de 1935 se da a conocer el resultado del concurso, resultando ganador del mismo la avioneta presentada por González Gil, con la denominación GP-1. En su diseño participó José Pazó Montes, del que se toma la P de su denominación. El 5 de marzo de 1936 se aprueba el contrato para la construcción de 100 avionetas, cediendo González Gil los derechos de fabricación de las GP-1 a AISA. Poco tiempo después de que la GP-1 ganara el concurso de avionetas de escuela, surge su primer desarrollo, la GP-2 biplaza de cabina cerrada, de la que se GP-1, ganador del concurso de 1934. fabricarán dos ejemplares, con la que volando en una de ellas, la EC-EBB, los pilotos civiles catalanes Ramón Torres y Carlos Coll, realizaran varios vuelos notables, uno de ellos de 14.500 km. por países africanos y oriente próximo. Vuelos relatados en el artículo de junio de 2015 de la Revista de Aeronáutica. Como versión monoplaza de la AISA GP-2, surgió la AISA GP. Especial, de la que también se fabricaron dos ejemplares, para los pilotos civiles Lorenzo Richi y José Vélaz de Mediano. El primero de ellos realiza con una de ellas, la EC-BEE, un vuelo por etapas a través del Sáhara hasta la Guinea española. La Hispano de Guadalajara, que había vuelo a su política de proyectar aviones propios, había presentado el concurso de 1934, la E-34 con motor Walter Junior de 105 HP, proyectado por Vicente Roa (entonces director de la Hispano), que se clasificó en segundo lugar, logrando un pedido de cinco avionetas para la Aviación Naval. Durante la guerra civil prestaron servicio como avionetas de enseñanza elemental en las escuelas gubernamentales. Una versión modificada de esta avioneta, la HS-34, fabricada en 1942 en la Hispano de Sevilla, sin lograr su objetivo de recibir un pedido por parte del Ejército del Aire. Después de su paso por varios aeroclubes, es adquirida en 1973 por el Museo del Aire, donde puede ser contemplada en la actualidad. Durante 1921 y hasta la guerra civil, los talleres de la Aeronáutica Naval, utilizando como embrión las instalaciones adquiridas a Talleres Hereter, fabricó un centenar largo de hidros, con licencia de las empresas italianas SIAI, Savoia y Machi, así como diversos tipos de motores. No podemos dejar de señalar en el resumen de estos años a la empresa barcelonesa Elizalde SA, empresa que en sus comienzos se dedicaba a la automoción y que por la intervención del general Echagüe, cambió su orientación automovilística por la de motores de aviación. Elizalde SA fabricó un total de 369 motores entre 1926 y 1929 con licencia francesa de la casa Lorraine, motor de 12 cilindros con configuración en W. Tres tipos de motores salieron de la nueva fábrica, el A3, el A4 y el A5, del que estos últimos fueron entregados 45 en el año 1929, para ser montados en aviones Breguet 19 e hidroaviones Dornier Wal. El 18 de enero de 1951, Elizalde SA se incorporó al Instituto Nacional de Industria (INI), denominándose ENMASA a partir de diciembre de 1951. NIEUPORT-52 fabricados por la Hispano de Guadalajara. REVISTA DE AERONÁUTICA Y ASTRONÁUTICA / Abril 2016 349
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