El Vigía

REVISTA DE AERONAUTICA Y ASTRONAUTICA 853

Hace 95 años Águilas de la guerra Valladolid 5 mayo 1921 Presidido por SS.MM. los Reyes, con gran brillantez, se ha celebrado en el Campo Grande la ceremonia de bendición y entrega del estandarte al Arma de Caballería. En el transcurso del acto, varios aeroplanos militares han evolucionado sobre la ciudad. el vigía Algún colega escribía: En la altura, zumbaban las águilas de la guerra; los aeroplanos. Hace 90 años Cautiverio Melilla 8 mayo 1926 Desafortunadamente hoy, a través de los periodistas llegados de Uxda, a quienes informó el caid Azerkan –el conocido “Pajarito”– se ha tenido noticia del fallecimiento en cautiverio del capitán de Ingenieros César Herráiz y Llorens (30). Recordaremos que el 13 de agosto de 1923, partiendo de madrugada del aeródromo madrileño de Cuatro Vientos, pilotando un Havilland “Napier”, se proponía alcanzar Melilla de un solo vuelo; una avería de motor le forzó a tomar tierra en el término de Los Barrios. Reparada aquélla, la mala meteorología le acompañó, debiendo volar sobre el Mediterráneo a escasa altura bajo las nubes. A las cinco de la tarde volaba sobre la costa de África casi a ras del suelo. Dramáticamente, el combustible se iba agotando, hasta que en un momento, al pararse el motor, se vio obligado a aterrizar en las proximidades de Cabo Quilates, en territorio enemigo, Poco después era hecho prisionero. Ha muerto, a consecuencia del deterioro que, a causa de los malos tratos y torturas que sufrió por negarse a reparar y utilizar su Havilland a favor de Abd-el-Krin. El general Sanjurjo ha comisionado al comandante de Estado Mayor Álvarez de Sotomayor, a fin de comunicar la triste nueva a su madre, doña Rafaela de Llorens y Tordesillas, quien junto a cuatro hijos, se encuentra aquí y hoy marcharán a Madrid; les acompañará la novia del capitán Herráiz, Carmen Hidalgo de Quintana y Tornos quien, una vez más, tras infructuosas gestiones para su liberación, regresó anteayer de Uxda. Nota de El Vigía: Para Doña Rafaela, a la pérdida de un hijo en tales circunstancias, se sumó el dolor de ver a Carmen –su futura nuera– quien dos años atrás, había pasado por el trance de perder a dos hermanos* al estrellarse su avión en Tafersit, hundida ahora por una nueva desgracia. El viaje por Europa “para airearse”, junto a sus hijos y Carmelina –como se le conocía familiarmente– dio lugar a que surgiera un romance entre ésta y Raimundo, el hermano menor de César. Casados en 1928, breve fue su felicidad, ya que, lamentablemente, el capitán de Ingenieros Raimundo Herráiz Llorens, fue asesinado en el asalto de las turbas al madrileño Cuartel de la Montaña el tercer día de la Guerra Civil. No nos resistimos a contar que Doña Rafaela, sumaba a su exquisita educación el dominio del idioma inglés, por lo que fue nombrada profesora de español de la Reina Doña Victoria Eugenia de Battenberg y más tarde, institutriz de las Infantas Beatriz y María Cristina, permaneciendo diecisiete años en Palacio. Por otro lado, la familia Herráiz continuaría dando aviadores al Ejército del Aire. Gaspar, casado con Mercedes Díaz Merry, aportó dos: Carlos (5ª AGA), piloto de “Sabre” en el Ala de Manises y miembro de la Patrulla “Ascua”, y Javier (9ª AGA), quien murió en Ifni junto a la tripulación de un Heinkel 111, cuando en un vuelo de reconocimiento colisionó con el asta de la bandera nacional; fue el 25 de abril de 1958, teniendo 22 años. Por último, un hijo de Carlos, Carlos Enrique Herráiz Linares, (44 AGA), destinado en el Ala 37 de Valladolid, fue destacado a Croacia, donde milagro- 440 Cronología de la Aviación Militar Española “CANARIO” AZAOLA Miembro del IHCA Hace 90 años Héroe Melilla 8 mayo 1926 Con objeto de cooperar al avance de la columna del general Carrasco, el 4º Grupo de Escuadrillas que manda el comandante Fernández Muero, se desplegó en el campo de Dar Drius, estableciéndose un turno de patrullas, de tres aparatos, consiguiendo de esta forma la constante presencia de tres “Bristol” operando en el frente. Al realizar la tripulación compuesta por el suboficial piloto Antonio Andrés Pascual y el teniente observador Bonifacio Rodríguez Arango su tercer servicio, ya a primera hora de la tarde, a muy escasa altura, dio tres pasadas de ataque; en esta última, una de las descargas del enemigo hirió de muerte al teniente e inutilizó el motor, viéndose precisado Andrés a “meterse” en el cauce del río. El enemigo arreció, y entre una lluvia de balas, Pascual saltó a tierra y con su carabina se parapetó bajo el aparato. Desconociendo las heridas del teniente, lo llamó repetidas veces, hasta que al ver que un gran reguero de sangre le inundaba la espalda, estremecido, se dio cuenta de la gravedad de la situación. Dispuesto a morir matando, salió de su escondrijo, cuando un rifeño provisto de un fusil y de una barra de hierro, se le abalanzó, asestándole un fuerte golpe en el hombro derecho. A culatazos consiguió derribarle, momento que aprovechó para huir milagrosamente indemne del fuego enemigo. Tratando de resguardarse entre lo abrupto del terreno, a punto estuvo de despeñarse por un precipicio, perdiendo la carabina. Tras recorrer unos dos kilómetros encuentra a los Regulares. El observador yace muerto en su puesto. Recogido su cuerpo, fue depositado en tierra; allí en pleno campo de batalla, el coronel Ponte ordenó que las tropas desfilaran ante los aviadores. A los costados de Arango fueron colocados dos lienzos blancos; su cara vuelta hacia el cielo parece contemplar plácidamente el vuelo de las escuadrillas dando vueltas en círculo. Una de ellas mandada por el capitán Román Rodríguez Arango, hermano del oficial muerto. *Agustín (25) teniente de Caballería piloto aviador y Luis (24) capitán de Ingenieros, a bordo de un Havilland “Rolls”, junto con el teniente de Ingenieros Carlos Pérez Vázquez (21) el 30 de mayo de 1924. REVISTA DE AERONÁUTICA Y ASTRONÁUTICA / Mayo 2016


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