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REVISTA ESPAÑOLA DE DEFENSA 331

Cifras de record A la izqda., pasador con las condecoraciones, el emblema del Ejército del Aire y el «9.000» que acredita sus horas de vuelo. Arriba, relación de las misiones de paz en las que ha participado. EL subteniente Bau luce en su guerrera el número 9.000 que le acredita como el mecánico de aeronaves militares españolas que más horas de vuelo tiene en su curriculo. «Me lo han tenido que hacer personalizado. A partir de las 7.000 hay que pedirlo». Este record tiene por detrás una veintena de misiones de paz y años de servicio plasmadas en las condecoraciones que lleva en su pasador. Tres de la Real y Militar Orden de San Hermenegildo —Cruz, Encomienda y Placa— por sus 20, 25 y 30 años como militar; dos, por las misiones que realizó en la antigua Yugoslavia; una de la UEO, otra de la OTAN y las que acreditan su participación en Atalanta. «De esta última operación no están reflejadas todas mis participaciones, faltan algunas por salir en el Boletín de Defensa». En el distintivo de misiones de paz que luce en el lado derecho de su pecho aparecen reflejadas aquellas en las que ha estado desplegado: Atalanta, Libertad Duradera, en el Golfo Pérsico y el Adriático. «Todas ellas me hacen ilusión; quizás algo más las primeras. Son el reconocimiento a toda una vida profesional». el último. Uno de los motivos de mi hijo para no entrar en las FAS es que no quería estar tanto tiempo fuera de casa. —Su empeño en seguir volando, ¿ha tenido alguna repercusión en su carrera militar? —Sí. De hecho renuncie al curso de ascenso a suboficial mayor porque eso suponía ocupar un puesto en la base. Y eso no me gusta. Tengo 56 años y para el año y medio que me queda antes de pasar a la reserva, quiero seguir volando. Elena Tarilonte Fotos: Hélène Gicquel —Tantas horas de vuelo suponen muchas misiones… —Operaciones de paz, llevo una veintena. Y la familia lo paga, porque son muchos meses fuera. He estado desplegado en Sharp-Guard, en el Golfo Pérsico, Libertad Duradera, Centinela Índico y Atalanta. Además de maniobras en casi toda Europa, en EEUU y Canadá. —¿Cuál es la misión que recuerda como la más dura? —La actual, porque llevamos mucho tiempo en el Índico, desde 2008, y ya he ido allí en nueve ocasiones. Sin embargo, la más importante, por la repercusión que tuvo, fue la de Perejil. —Usted debe conocer el P-3 Orion como pocos… —Es el avión más bonito de todos. Es muy grande, cómodo y seguro porque tiene cuatro motores, aunque podría volar con dos. De hecho, en ocasiones utilizamos sólo tres, para ahorrar combustible, sobre todo cuando hacemos búsquedas SAR en las que la prioridad es aguantar el máximo tiempo en el aire. Junto al Hércules, es la única aeronave del Ejército del Aire que necesita mecánicos de los de toda la vida. El P-3, sin mecánico, no puede volar. Yo no lo veré, pero es una pena que esta característica se pierda, que se haga todo digital. —¿Cuáles es el punto débil del P-3? —La vejez. Hemos modernizado la parte táctica pero la cabina es igual que hace 50 años. Lo más complicado es acostumbrarse a sus cuatro motores, pero está muy bien diseñado y en la cabina todos los instrumentos están agrupados de cuatro en cuatro. Al no llevar nada digital, si se enciende la luz de aviso de fallo, nosotros debemos saber a que corresponde. Para eso tenemos un manual y la experiencia. En cuanto lo conoces, es muy cómodo de llevar. A mí, si me lo cambian y lo digitalizan, ya no acierto. —¿Cómo ha sido su formación? —Llegar a ser primer mecánico no es fácil. Hacemos un curso teórico en tierra y, después, unas 800 horas en vuelo como segundo. Además, cada seis meses, nos hacen un examen y vamos a EEUU para practicar con los simuladores. Siempre pasamos las pruebas. ¡Tenemos más problemas con los reconocimientos médicos, por la edad, que con el simulador! —Lleva prácticamente toda su vida en el mismo destino… —Pues sí. Empecé haciendo la mili en el Ala 11 y sigo en el Ala 11, en Morón. Sólo estuve un año en Jerez. —¿Cómo compagina el trabajo con la vida familiar? —¡Viendo crecer a los niños a palmos! La que peor lo ha pasado ha sido mi mujer, siempre sola. He sido el primer militar de la familia y creo que voy a ser Septiembre 2016 Revista Española de Defensa 23


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