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REVISTA ESPAÑOLA DE DEFENSA 331

Recreación del S-81 Plus, el futuro submarino de la Armada, que ahora tendrá una mayor eslora y capacidad de desplazamiento. El S-80, preparado para la producción Aprobado el nuevo diseño del submarino de la próxima generación que construye Navantia en Cartagena El Panel Ejecutivo del Ministerio de Defensa  aprobó en julio la Revisión Crítica de Diseño (CDR, por sus siglas en inglés) del S-80, el nuevo submarino   que  Navantia  está construyendo para la Armada española en su astillero de Cartagena. Se trata de un paso importante para el futuro del programa, ya que cierra definitivamente el diseño del sumergible y permite la transición hacia la producción. Así lo remarcó el entonces director del programa,  el almirante José Manuel Sanjurjo Jul, quien apuntó que el diseño y construcción del submarino «es el proyecto de ingeniería más complejo que se está acometiendo a nivel nacional». El almirante se refirió a «las dificultades técnicas que han ido apareciendo a lo largo del programa», que calificó de «normales» en el desarrollo y la ejecución de un proyecto que requiere «soluciones tecnológicas inéditas». Añadió que un programa de estas características exige situarse «en la frontera de numerosas tecnologías, lo que supone asumir riesgos». El astillero de Cartagena terminó en abril la ampliación del casco resistente del submarino y las cinco secciones del buque ya están disponibles para la in- corporación de sus estructuras interiores. Ese mismo mes, Navantia y el Ministerio de Defensa acordaron centrar sus esfuerzos técnicos y económicos en la definitiva CDR de la primera unidad de la serie, conocida como S-81 Plus. La Revisión Crítica de Diseño se emplea en ingeniería de grandes programas para demostrar la madurez de un diseño antes de iniciar su fabricación a gran escala. Determina que el esfuerzo técnico está bien orientado para cumplir la misión que se espera del sistema en términos de prestaciones, costes y plazos. Con el nuevo diseño, el S-80 pasa a tener una mayor eslora y un mayor desplazamiento sin perder las capacidades que le convertirán en un submarino convencional de la próxima generación: planta AIP (Propulsión Independiente del Aire), capacidad de ataque a tierra, integración de sistemas y una elevada automatización. Además, se cumple una de las premisas del programa: disponer de un diseño nacional en la construcción de submarinos que garantice la independencia tecnológica, un aspecto esencial de la defensa nacional. Según destacan desde Navantia, la aprobación de la CDR por parte del Ministerio de Defensa demuestra la viabilidad técnica del programa, que se encauza de nuevo de la mano de una importante transformación del astille- La Armada podría recibir el primer sumergible de la serie, el S-81 Plus, entre los años 2018 y 2021 40 Revista Española de Defensa Septiembre 2016


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