misiones internacionales El destacamento ha efectuado 90 misiones y volado 679 horas desde su despliegue en Sigonella, el pasado septiembre de las mismas y la confección de los manifiestos de carga correspondientes. Por otra parte, desde mediados de abril son dos los aviones CN-235 VIGMA españoles los que comparten plataforma en la base aeronaval de Sigonella. Al avión del Ejército del Aire integrado en la operación Sophia se le ha unido otro de la Guardia Civil que participa en la operación Tritón de la agencia europea Frontex. Ambas operaciones trabajan en estrecha coordinación con objetivos que se complementan, Un miembro del destacamento paletiza las cargas para su embarque en uno de los aviones que llegan a Sigonella en tránsito a otras misiones internacionales. pues mientras la primera persigue terminar con el negocio de las mafias que trafican con seres humanos en el Mediterráneo, la segunda centra su esfuerzo en las misiones de búsqueda y salvamento de esos mismos migrantes. En Sigonella, han sido muchos los momentos en los que ha quedado de manifiesto el compañerismo que une a todos los miembros de las Fuerzas Armadas y la Guardia Civil, especialmente cuando despliegan lejos de territorio nacional. Ángel Vegas/José L. Grau Fotos: Ángel Cañaveras media. El avión se dirige a una zona cercana a Libia a la que se llega poco antes del amanecer, que es cuando comienza la actividad de la migración. «Patrullamos la zona —comenta el piloto del VIGMA— y, cuando identificamos posibles embarcaciones que pudieran estar dando apoyo logístico a las mafias o bien localizamos las barcas con los migrantes, lo comunicamos inmediatamente al mando de la operación para que avise a los barcos y procedan a su rescate». ENLACE EN EL MEDITERRÁNEO Dada su ubicación privilegiada, además de estas misiones, el destacamento Grappa lleva a cabo una importante tarea de apoyo logístico a los vuelos de sostenimiento y de despliegue de otras misiones fuera de territorio nacional, tales como el Líbano, Yibuti o Irak. Este cometido adicional comprende un abanico de diferentes tareas, desde la gestión del alojamiento y el transporte del personal en tránsito, a la coordinación de los diversos servicios aeroportuarios, la preparación y recepción de las cargas, la gestión administrativa car y capturar las embarcaciones sospechosas. La sede del destacamento está ubicada en la base aérea de Sigonella, en la provincia de Siracusa de la isla de Sicilia. El primer contingente regresaba a casa el pasado 15 de enero, después de permanecer en la base italiana algo más de cuatro meses, llevando a cabo las misiones de vigilancia marítima a bordo de un P-3 Orión del Ala 11, tripulado por personal del Grupo 22. Fue relevado por la segunda rotación que, desde entonces opera con un CN-235 VIGMA del Ala 48 con sede en la base aérea de Getafe. Dos meses después, el 15 de marzo, se efectuó una nueva rotación de la tripulación y del equipo de mantenimiento y sanitario. El destacamento ha completado 679 horas de vuelo desde el inicio de su andadura en la operación. En total, las dos aeronaves desplegadas en Sigonella, el P-3 Orión y el VIGMA, han llevado a cabo 90 misiones, en las que se han detectado 93 embarcaciones, contribuyendo a salvar a más de 11.500 migrantes. «Son aviones que han sido diseñados para este tipo de misiones», apunta el jefe del destacamento, teniente coronel Alberto Lens. «Sus sensores —añade— permiten localizar cualquier embarcación en la oscuridad de la noche. Estamos aportando una gran capacidad a la operación». El hecho de que todos los vuelos sean nocturnos obliga a adoptar y cuidar una serie de hábitos. «Adecuamos nuestra fase de sueño a las necesidades operativas. Con el tiempo, nos vamos adaptando al ritmo y lo convertimos en algo habitual », comenta uno de los pilotos, el comandante Álvarez. TRIPULACIONES La tripulación básica se compone de dos pilotos, tres operadores de sistemas de la misión, dos observadores, un mecánico de apoyo al vuelo y el coordinador táctico. «Algunos puestos están desdoblados —explica el comandante Álvarez—, debido a la larga duración de las misiones, para que puedan ir descansando». Los vuelos nocturnos se prolongan entre ocho y ocho horas y Mayo 2016 Revista Española de Defensa 29
REVISTA ESPAÑOLA DEFENSA 328
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