Sven Hoppe/EFE Co nferencia de Seguridad de Munich. Un grupo de refugiados sirios llega a la isla de Lesbos, en las costas griegas. IMPLICACIÓN ALIADA En este sentido, la Alianza Atlántica decidió involucrarse un poco más en el conflicto y sus consecuencias. En su reunión de ministros de Defensa de los días 10 y 11 de febrero, los titulares de los 28 países miembros decidieron, tras una petición conjunta de Alemania, Turquía y Grecia, poner en marcha una operación para contener el flujo y la muerte de miles de refugiados sirios en aguas del mar Egeo. La misión, que empezó a operar el pasado 25 de febrero, tiene como objetivo «disuadir a las mafias que actúan en el Mediterráneo Oriental embarcando a cientos de refugiados en la costa turca hacia las islas griegas con el riesgo de que muchos mueran en el viaje» explicó el secretario general de la En Siria se dirimen muchos intereses regionales y estratégicos que dificultan la paz internacional en el que cualquier vestigio de humanidad, ha expirado de puro agotamiento. El pueblo sirio sigue desangrándose —hay más de un millón de personas en unas 50 localidades sitiadas que dependen de la ayuda humanitaria para sobrevivir y las Naciones Unidas han denunciado tanto a las fuerzas gubernamentales de Bacher al Assad como a los yihadistas por haber cometido crímenes contra la humanidad— mientras su país es ahora un tablero en el que se dirimen conflictos regionales e incluso se delimitan las cuantías del reparto de poder entre las potencias y se fijan posiciones ante una nueva era. El concepto de proxy war (guerra subsidiaria o por la que otros luchan en tu nombre) ha adquirido en Siria dimensiones pocas veces alcanzadas: no sólo las diferentes confesiones (chiítas, sunitas, drusos, alauitas, cristianos, kurdos o yazidíes) sino también intereses geoestratégicos han llevado a unos y otros a luchar y morir en nombre de padrinos exteriores. Es evidente que hablar a corto plazo de un final para la guerra en Siria es una quimera pero sí se puede, y se está haciendo, intentar acotar el camino hacia la paz con iniciativas complementarias en el terreno diplomático, humanitario y militar. organización, el noruego Jens Stoltenberg. Los cinco buques de esta agrupación de la OTAN tienen su campo de operaciones en las aguas de Grecia y Turquía y su cometido es enviar información sobre las mafias y buques que detecten tanto a la agencia europea de control de fronteras (Frontex) como a las autoridades griegas y turcas para que intervengan. Sus labores son de reconocimiento, control y supervisión. Los protocolos de actuación contemplan que, aunque el cometido directo no es asistir a los migrantes, siempre que se detecte una barcaza en peligro socorrerán a las personas a bordo y las retornarán a costas turcas. «Hay un sindicato criminal que está explotando a esta pobre gente —señaló desde la sede de la OTAN el secretario de Defensa estadounidense, Asthon Carter—, los barcos que queremos detener forman parte de operaciones organizadas de contrabando de personas». La lucha contra el yihadismo, quizás el principal motivo que hace a los sirios huir despavoridos y preferir la muerte en el mar que el horror del fanatismo, fue también analizada por los titulares de Defensa aliados. A petición de Estados Unidos, la OTAN dio luz verde a sus aviones de reconocimiento AWACS Marzo 2016 Revista Española de Defensa 13 Katia Christodoulou/EFE
REVISTA ESPAÑOLA DE DEFENSA 326
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