t r i b u n a El lema del Grupo, «mejora de la capacidad a través de la interoperabilidad», define su objetivo mas aéreos pilotados remotamente (RPAS) suponen un valor añadido para esta organización y por ende, para cada uno de sus estados miembros. He asumido con gran entusiasmo la responsabilidad de «trabajar para las naciones con las naciones». Existen para ello una gran variedad de iniciativas que favorecen la interoperabilidad, agrupadas en cuatro ámbitos: entrenamiento (mediante cursos y publicaciones de carácter instructivo), ejercicios tipo VOLCANEX en los que se comprueban los productos desarrollados por el EAG, networking (mediante seminarios y grupos de trabajo) y el aumento de la capacidad operativa a nivel táctico. Lo que es verdaderamente capital para el éxito en las futuras empresas del EAG es el compromiso y la participación por parte de las naciones. También estamos trabajando en otros proyectos relacionados con la logística, la protección de la fuerza, los sistemas de información y telecomunicaciones (CIS) y con la ciberdefensa, en aras de conseguir la interoperabilidad militar europea en un amplio espectro de las operaciones. Otro proyecto en el que estamos inmersos es el Euro Typhoon Interoperability Project (ETIP), en el que los países del EAG operadores del caza Eurofighter unificamos, estandarizamos y cooperamos en campos tan diversos como el entrenamiento, el mantenimiento o incluso la seguridad de vuelo. Además, hemos proporcionado apoyo, con nuestro saber hacer y la experiencia adquirida en proyectos anteriores, a otros ejercicios principales de la OTAN como el Trident Juncture 2015, suministrando una capacidad CATO en la base aérea de Zaragoza, y estamos totalmente comprometidos a colaborar en el proyecto de la Alianza Atlántica sobre Módulos Desplegables de Activación de Base Aérea (DAAM). En el campo de la medicina aeronáutica, además de los cursos específicos, como el Curso Avanzado de Medicina Aeroespacial, único en Europa, se está tramitando un acuerdo técnico para gestión de equipos de alto coste (High Cost Equipment, HCE), que permitirá el acceso cruzado a los dispositivos de gama alta como las cámaras hipobáricas o las centrifugadoras para fuerzas «g». Este será un importante paso en el intercambio de recursos de gran valor económico. Son muchos los lances que se presentan en el futuro. A corto plazo, el principal reto al que debemos hacer frente colectivamente es el proyecto de Interoperabilidad de las Operaciones Aéreas Combinadas (Interoperability of Future Combined Air Operations, IFCAO); un proyecto de amplio espectro que englobará diversas iniciativas relacionadas con la interacción e integración entre las capacidades de los cazas de cuarta y quinta generación y cómo afectará esta nueva concepción al mando y control de las operaciones aéreas. Asimismo, se incluye en este proyecto los futuros requisitos de las fuerzas Red Air multinacionales, la ciberdefensa y su interconexión con las operaciones aéreas europeas y aliadas. Sin duda, todo lo anterior ha de marcar nuestro camino en los próximos dos años. A pesar de los logros alcanzados y del futuro prometedor, no hay lugar para la complacencia. Debemos huir de proyectos sin utilidad y de dudosos Pepe Díaz resultados, poniendo énfasis en la relación con los demás organismos internacionales para evitar duplicidades. El Grupo Aéreo Europeo, como organización flexible y «solucionadora de problemas», debe seguir el ritmo de los acontecimientos que evolucionan rápidamente y orientarse hacia el futuro, aprovechando las oportunidades estratégicas. En contraste con otras organizaciones más pesadas y más grandes, el EAG es un motor ágil y eficiente capaz de adaptarse rápidamente a los proyectos emergentes en el ámbito de las operaciones aéreas y posibilita que el poder aéreo europeo asuma más responsabilidades en los escenarios de crisis presentes y futuros. L 54 Revista Española de Defensa Marzo 2016
REVISTA ESPAÑOLA DE DEFENSA 326
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