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REVISTA GENERAL DE MARINA JUNIO 2016

PRUEBAS FÍSICAS, ¿PARA QUÉ? Manuel GARCÍA RUIZ El deporte tomado en serio es como la guerra pero sin tiros (1). AN conseguido que esté más lleno el gimnasio que la cantina». Esta frase, impensable hace unas décadas, bien podría escucharse actualmente en cualquier instalación deportiva de las Fuerzas Armadas (FF. AA.). Es más, fui testigo oyente de ella. ¿Cómo hemos llegado a esta situación? ¿Nos ha invadido una fiebre por la práctica deportiva? ¿Una campaña publicitaria nos ha convencido de la necesidad de mantener nuestro cuerpo saludable? ¿Ver a algún famoso jugador de fútbol haciendo abdominales en el telediario (2) nos ha producido envidia? No, todo esto lo ha conseguido una simple orden ministerial de apenas cuatro páginas (anexos excluidos), por la que se establecen las pruebas físicas periódicas (3) a realizar por el personal de las FF. AA. Antecedentes Remontémonos unos años atrás para ver con qué actitud afrontábamos en la Armada la práctica deportiva. Bien es cierto que situaciones como el paso (1) George Orwell. (2) Menciono «el telediario» de forma genérica porque da igual el canal de televisión que sintonicemos: nos informan de las últimas «novedades» de los futbolistas. (3) Se establecen cuatro pruebas: flexo-extensiones de brazo en suelo, flexiones de tronco (abdominales), resistencia (2.000 o 6.000 metros lisos; en la Armada, se ha escogido la de 2.000) y circuito de agilidad-velocidad (CAV), este último solamente para menores de 45 años. 2016 909


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