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REVISTA GENERAL DE MARINA JUNIO 2016

TEMAS PROFESIONALES renuncias sensatas, razonables autolimitaciones y recursos paliativos que minimicen sus efectos: a) Por el momento es necesario renunciar a algunos de los modos de buceo de gran profundidad, en concreto a aquellos en que ya no es suficiente vestir un traje más o menos preparado para el duro entorno subacuático y llevar unos sistemas de respiración más o menos sofisticados. El ejemplo más claro es el del Atmosferic Diving Suit (ADS); de hecho a los que van en su interior se les denomina «pilotos» y no buzos. Sus costes de explotación y mantenimiento lo hacen prácticamente prohibitivo. b) También al buceo en saturación por el coste de los complejos necesarios para su ejecución, del adiestramiento y de la cualificación del personal. Tanto en esta renuncia como en la anterior será necesario que el CBA y la EBA mantengan el know-how para cuando cambie el entorno actual de los recursos. c) Será necesario mejorar la capacidad de mantener con vida la dotación de un submarino siniestrado mientras se decide su escape o se espera a su rescate; pero este último descansará en el recurso ya previsto, y practicado a conciencia, de medios de rescate de aliados e internacionales. Dicho de otra forma, el ADS Neptuno deberá disponer de aquella capacidad de salvamento (ventilación y reflotamiento) hasta donde sus posibilidades lo permitan. Y su relevo también. d) Por último, teniendo en cuenta que la IS es más cara cuanto más profundo se quiera llegar, nos planteamos alcanzar los 3.000 metros, más que razonables si se tiene en cuenta que nuestra plataforma continental ronda esa profundidad en el 80 por 100 de su extensión (5). Los recursos nos dirán hasta dónde podemos llegar, pero siempre será a más profundidad (profundior) que la alcanzada hasta ahora. El límite exterior de nuestra plataforma continental es un buen dato de referencia de la distancia a la que debemos ser capaces de ejecutar un cometido IS, pero sin olvidar que la naturaleza expedicionaria de nuestra Flota y el paradero de buena parte de nuestro patrimonio arqueológico exigen llegar aún más lejos (longius), y por ello el siguiente epígrafe. Estructuraremos el resto de este artículo de acuerdo con las cursivas de nuestra definición, con parada previa en el principal de los recursos paliativos mencionados. (5) Máxima profundidad de 4.956 metros. En el caso probable de que se apruebe la extensión de la ZEE y plataforma continental en las islas Canarias, esta profundidad alcanzaría los 5.470 metros. 874 Junio


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