Como una de las anécdotas singulares que acontecieron durante la celebración de estos actos puede destacarse la filmación que se efectuó de la inauguración del ferrocarril, así como de la botadura del Alfonso Xiii, cuya copia ha sido recientemente restaurada por el Centro Gallego de Artes da Imaxe, con sede en La Coruña, y que es considerada la filmación de cine más antigua realizada en Galicia. Dicha película puede actualmente visionarse directamente a través de Internet en YouTube. J. A. V. 24.967.—El abisinio No se trata de recordar al individuo natural de Abisinia, la actual Etiopía, sino a la prenda de cabeza que en la Armada recibía esa denominación. Era un gorro de lana de color azul marino, con orejeras, que se utilizaba con el uniforme de faena. J. J. P. C. 24.968.—Aventureros MiSCELÁNEA Creadas las compañías de guardias marinas en el siglo xVII, no fueron estas la única vía de acceso al Cuerpo General de la Armada. Junto a los guardias marinas, se admitían como meritorios a otros alumnos, una especie de universitarios matriculados por libre, denominados «aventureros », que no se encuadraban en las compañías, no vestían uniforme ni tenían sueldo, pero recibían clases y embarcaban, y cuando se consideraba que habían recibido la formación suficiente, se examinaban y, si aprobaban, ingresaban en la Real Armada como alféreces de fragata. Esta peculiar modalidad de ingreso fue suprimida por Real Orden de 8 de febrero de 1830. El capitán de navío O’Scanlan, en su famoso diccionario, define al aventurero como «Joven que se embarca en los bajeles de guerra como un aspirante o meritorio para optar al primer grado en el servicio de la Armada. No goza de sueldo ni uniforme, pero sí de alguna gratificación para la mesa, y alterna con los guardias marinas». J. R. 2016 321
REVISTA GENERAL DE MARINA MARZO 2016
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