conocimiento global de nuestro patrimonio arqueológico, para lo cual sería preciso actualizar el Plan Nacional sobre Protección del Patrimonio Arqueológico Subacuático y elaborar una completa Carta de Pecios a proteger que pueda ayudar de manera muy importante al avance del conocimiento histórico de una época en la que fuimos el país marítimo por excelencia. La Armada, además de haber sido y ser protagonista de nuestra historia naval, es depositaria de un valioso patrimonio histórico, custodiado en sus archivos y museos. Cuando se cumplen 30 años del establecimiento en Ferrol de su Museo Naval, filial del de Madrid, los autores del artículo Museo Naval de Ferrol: pasado, presente y futuro echan la vista atrás para repasar la derrota seguida en las tres décadas, la realidad actual de una institución símbolo de una ciudad vinculada a la mar, a sus barcos y a sus gentes desde sus orígenes medievales y exponer los proyectos de futuro inmediato. Pero, como es habitual, otros temas ocupan nuestra atención. En ese milagro continuo que es la mar, que a largo de los siglos ha decidido en gran medida lo que fuimos y lo que dejamos de ser, el hombre ha sido y es protagonista de múltiples actividades, tanto lícitas como delictivas. Una de estas últimas es la piratería marítima, de la que normalmente se habla atendiendo exclusivamente al impacto que ocasiona en el transporte y comercio marítimos y a los elevados costes que produce su incidencia en ellos. Pero existen otros aspectos, no menos importantes, que quedan relegados u olvidados, que son los efectos que ocasionan estos actos delictivos en los tripulantes de los buques afectados por este fenómeno, cuya existencia ha estado presente a lo largo de la Historia. Este es el tema tratado en el artículo La piratería marítima y el drama de los marinos. El pasado verano egresaron de la Escuela Naval Militar (ENM) los integrantes de las primeras promociones de una nueva generación de oficiales, cuyo rasgo distintivo respecto a las anteriores es el disponer de un título universitario reconocido en toda Europa, además de su Real Despacho de Oficial de la Armada. Este nuevo sistema de formación adaptado al Proceso de Bolonia, en el que se simultanea la formación técnica y militar de oficial de la Armada con la correspondiente a la titulación de Grado en Ingeniería Mecánica de la Universidad de Vigo, impartida por el Centro Universitario de la Defensa (CUD) de la ENM, adscrito a dicha universidad, ha suscitado en la institución inquietud por sus riesgos e incógnitas, pero también ofrece interesantes oportunidades que la Armada ha de aprovechar para continuar cumpliendo su misión con la máxima eficacia. Esta REVISTA quiere hacerse eco de dicho cambio en la formación, particularizado en la labor investigadora que deben realizar los nuevos oficiales en sus trabajos académicos de fin de grado, para lo que a partir del primer número de este año ha empezado a publicar artículos relacionados con dichos trabajos. En este número se incluye el titulado Despliegue de redes móviles inalámbricas ad-hoc en lanchas de instrucción de la Armada. Antonio Manuel PÉREZ FERNÁNDEZ CARTA DEL DiRECTOR FE DE ERRATAS.—En el número de nuestra REviSTA correspondiente al mes de noviembre de 2015, en el párrafo sexto de la página 782, se traduce, por error del autor, el lema en latín como «En la gala de mis brazos descansa mi lucha», cuando lo correcto debe ser «Mis arreos son las armas, mi descanso el pelear». Pedimos disculpas, y agradecemos a nuestro lector Juan M. ibáñez por alertarnos de dicho error. 180 Marzo
REVISTA GENERAL DE MARINA MARZO 2016
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